El conseller de Medio Ambiente Vicenç Vidal y detrás a su izquierda el diputado David Martínez | T. Ayuga

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El riesgo de dejar en minoría al Govern o las presiones del propio partido evitaron que se votara en el pleno del Parlament la «enmienda viva» que Podemos había anunciado para destinar 1,9 millones a la depuradora Maó-Es Castell.

El diputado menorquín David Martínez defendió esta y otras iniciativas en materia de saneamiento y medio ambiente en la primera intervención de Podemos. Apeló a los problemas de nitratos y a la sequía para defender la importancia de la recuperación de acuíferos y la reutilización del agua. Pero no volvió por la tribuna, el portavoz fue luego Baltasar Picornell, quien aceptó la transacción propuesta por David Abril, de Més per Mallorca. Podemos explica que «finalmente hemos transaccionado con el Govern nuestra enmienda de 1,9 millones de euros para la depuradora Maó-Es Castell, que ha quedado como para la mejora de las depuradoras de Menorca para la reutilización del agua».

Antoni Camps, portavoz del PP en el debate presupuestario, asegura que «hemos perdido mucho dinero con esta transacción porque esos fondos que antes iban a un proyecto y a una inversión concreta ahora se van a diluir en el mantenimiento de las depuradoras de toda la Isla».

Tanto el PP, que presentaba una enmienda en la misma línea y que finalmente fue rechazada, como el PI habían decidido apoyar la enmienda de Podemos, lo que garantizaba que saliera adelante. El proyecto de depuración de estas aguas con un sistema avanzado para poder ser reutilizadas en la recarga del acuífero constituye la reivindicación presentada conjuntamente por los alcaldes a la presidenta del Govern y que Francina Armengol se comprometió a estudiar y a dejar en manos de los técnicos la programación en función de las prioridades de la Comunidad Autónoma en la materia. El mismo criterio se ha impuesto ahora desde el Parlament.