Govern, Consell y Ayuntamiento mantuvieron una reunión con los representantes de la Apima | Karlos Hurtado

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La reunión celebrada este viernes entre Govern, Consell y Ayuntamiento de Maó con la Apima del Conservatorio Profesional de Música de Menorca no satisfizo al colectivo de padres. Salieron «preocupados». Señalan que la impresión fue que la decisión está tomada, aunque lo quieran disfrazar.

Los consellers de Educación y Universidad, Martí March, y de Territorio, Marc Pons, anunciaron que los dos departamentos colaborarán para «agilizar el proceso de rehabilitación de la Sala Augusta como futura sede del Conservatorio». Esta participación se traduce en que la Dirección General de Arquitectura inicia la redacción del anteproyecto de la Sala Augusta como sede del centro. No obstante, se abre una segunda vía. En paralelo, el Ayuntamiento de Maó analizará técnicamente la viabilidad de las propuestas que la Apima ha planteado para ubicar el Conservatorio. Ambas administraciones se fijan un plazo de cuatro meses para tener listos los informes técnicos que permitan tomar una decisión sobre cuál es la ubicación más adecuada.

El conseller de Territorio, Marc Pons, constata que de la Sala Augusta «cuelgan dudas de estabilidad estructural y capacidad». De ahí que los técnicos deban resolver si «estructural y funcionalmente es factible». La Conselleria de Territorio asumirá la redacción del proyecto porque «consideramos que se trata de un caso de especial interés por la situación de las infraestructuras del Conservatorio y por el indudable valor patrimonial de la Sala Augusta». El titular de Educación, Martí March, asevera que «2017 será un año clave para saber dónde y qué tipo de Conservatorio queremos».

La Apima considera que a pesar de que se abra la vía de análisis y evaluación de sus propuestas y las administraciones aseguren que no hay ubicación definitiva, el hecho de que «el Govern ya elabore un anteproyecto y siga gastando recursos en su opción inicial antes de saber si hay otras ubicaciones viables, hace sospechar que la decisión está tomada», asevera Daniel Pons. Además, apuntan que el informe técnico de la Sala Augusta puede ser favorable pero «seguimos viendo muchos inconvenientes exteriores, tanto en la parte logística de alumnos e instrumentos como en lo que respecta a la circulación», apunta Josep Mir. Por su parte, el director del centro, Pedro Munuera, se muestra algo más optimista porque «aunque la Sala Augusta no está descartada tampoco está decidida».