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Endesa ha tratado, retirado y gestionado en el 2015 en Baleares un total de 1.493 toneladas de residuos de los trabajos de mejora de la red eléctrica de distribución.

Según ha informado en un comunicado, estos residuos son derivados de trabajos de construcción, mantenimiento y mejora de la red eléctrica de distribución.

Los procedimientos para el tratamiento de este tipo de residuos vienen definidos por el Sistema de Gestión Ambiental (SGMA) y la gestión de los residuos se ha llevado a cabo en las instalaciones que Endesa tiene habilitadas en las tres islas, desde donde los residuos se entregan a gestores especializados.

La compañía prioriza el aprovechamiento del residuo por parte de los gestores a través del reciclaje, dejando como último recurso la eliminación controlada cuando no es posible su reutilización.

En el conjunto de Baleares, de las 1.493 toneladas de residuos, se han gestionado 150,9 toneladas de residuos calificados de peligrosos. Así, la producción de residuos peligrosos durante el 2015 ha sido de 20,85 toneladas en Ibiza y Formentera, 29,80 toneladas en Menorca y 100,34 toneladas en Mallorca.

Por tipo de residuo, los más significativos han sido las 65,21 toneladas de transformadores, 13,02 toneladas de aparatos electrónicos y 1,60 toneladas de aceite mineral usado y eléctricos, entre otros.

En cuanto a los residuos inertes gestionados durante el 2015, ha habido 1.019,68 de residuos de construcción y demolición (RCD), 219,86 toneladas de chatarra diversa y contadores, 39,82 toneladas de aluminio, 27,31 toneladas de cobre, 16,84 toneladas de porcelana, 5,60 toneladas de vidrio y 1,15 toneladas de madera.

Esta gestión de los residuos es fruto de la política ambiental de Endesa que, entre sus puntos básicos, se fundamenta en la sostenibilidad para reducir, tanto como sea posible, las repercusiones que el suministro eléctrico puede tener sobre el medio ambiente, remarca la empresa.