Los restauradores afectados por la prohibición de usar los patios interiores dan por perdida la temporada actual | Josep Bagur Gomila

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Los restauradores afectados por la prohibición de usar los patios interiores dan por perdida la temporada actual. Las asociaciones empresariales coinciden en lamentar este nuevo retraso en la tramitación, pese a que reconocen que tampoco tenían muchas esperanzas al respecto.

Sienten «frustración» por no poder disponer de los cerca de veinte patios interiores durante el verano por culpa de la burocracia. A día de hoy, tan solo falta un informe jurídico del departamento de Ordenación Territorial del Consell. Un informe que no es vinculante y que según el propio Consell tampoco es preceptivo, como así lo indica el Ayuntamiento de Ciutadella, aunque sí «aconsejable porque otorga una mayor seguridad jurídica». El plazo para emitir este informe finaliza la próxima semana.

El retraso acumulado hasta la fecha se debe al informe desfavorable del área de Patrimonio, que obligó al consistorio a aportar más información para seguir adelante con la tramitación. En este caso, el informe sí es vinculante y preceptivo, por lo que la administración insular le dio prioridad.

El Consistorio, por su parte, resta a la espera de tener este último escollo para poder convocar un pleno extraordinario que permita aprobar definitivamente tanto la modificación parcial del Plan Especial como la ordenanza municipal que debe regular los patios interiores. Sin embargo, antes de ir al pleno, debe pasar por la correspondiente comisión informativa y ser aprobada por la junta de portavoces. Un trámite que puede tardar entre dos y tres semanas como mínimo.

Una vez se apruebe definitivamente, los empresarios tienen que entregar un proyecto que, tras revisar que cumple la nueva normativa vigente, les permita obtener la licencia pertinente para abrir, de nuevo, los patios interiores. «Uno de los compromisos era que los proyectos irían lo más rápido posible aunque, lógicamente, sin pasar por delante del resto», asevera Jordi Bosch, secretario de la Asociación Menorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes, asociada a PIME.

Algunos empresarios se han informado y han trabajado sus proyectos para poder presentarlos en cuanto la nueva normativa se apruebe. Sin embargo, muchos otros han preferido esperar a que sea realidad para evitar tener que retocarlo. En palabras de Jordi Bosch, «nadie se ha aventurado ni arriesgado a elaborar un proyecto en base a una normativa que todavía no se ha aprobado y que desconocemos como ha quedado el texto definitivo tras cinco alegaciones».

Todo parece indicar, por tanto, que en agosto las terrazas permanecerán cerradas al público. Esto, sin duda, conlleva menos ingresos en los establecimientos. «No se trata de que nos haga ilusión, es una necesidad, nos jugamos el pan», afirma indignado el presidente de la Asociación de Restauradores de CAEB, José Bosch.