Un pensionista juega al bingo en una imagen de archivo

TW
6

La Junta Directiva de la Associació de Gent Gran i Pensionistes de Ciutadella, el Esplai, ha dimitido después de que la Obra Social de La Caixa, entidad que gestiona el centro, les prohibiera de acuerdo con la ley vigente organizar juegos recreativos como el bingo que programaban cada jueves y sábado.

El presidente de la Junta, Alfredo Moll Tur, aseguró ayer a este diario que no entiende la decisión adoptada y lamenta que se les comunicara sin dar las explicaciones pertinentes. Expresa su malestar por «dejar en la estacada a los socios» y defiende la organización de «juegos sociales» como una forma de ocio inocente y sin ánimo de lucro: «Lo que recogemos entre los que juegan sirve para comprar el premio del próximo bingo», que añade, «es siempre material, no en metálico».

Según afirma, el fin de los juegos de azar ha causado tristeza general entre los socios. Cuando se les dio la noticia el ambiente «era de un cementerio», en palabras de Moll Tur.

La Ley del Juego en España prohíbe organizar cualquier tipo de juego que implique dinero fuera de los locales habilitados y castiga cualquier sistema de apuestas que no esté fiscalizado por la administración autonómica competente.

Esta restricción ya había causado polémica anteriormente en otras asociaciones de pensionistas de España, como la de Lorca, en Murcia. Su bingo, con boletos a 10 céntimos, bastó para que los jubilados fueran señalados como defraudadores por Hacienda en 2015 alegando que financiaban sus fiestas de Navidad y verano mediante la recaudación obtenida por este juego de azar.