Esperança Camps, en una imagen de archivo | Archivo

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«El valor de un silencio que no tiene precio pero que te sale muy caro (...) porque ellos no callan ni otorgan. Continúan hablando por delante y por detrás», escribe Esperança Camps en un artículo publicado en su blog y titulado precisamente «Silenci».

Escrito en segunda persona y con la calidad literaria que le distingue, la exconsellera explica en esa reflexión su actitud de mutismo desde que dejó el Govern, «callas y otorgas, te critican. (...) Y todavía ahora lees basura en los diarios. Pero tú callas porque piensas que el silencio, ahora, todavía es tu deber», escribe al comienzo.

Repasa algunas de las críticas que soportó como consellera y justifica su silencio incluso cuando descubrió «de buen comienzo que había alguien que ansiaba tu silla», relata.

Recuerda que solo habló una vez, el día que se fue y lamenta no hablar el mismo lenguaje que su entorno político, «no sé si soy digna o no del cargo, pero he venido a trabajar, no a defender la poltrona, no a engordar el ego. Aquel dia deseaste sort i ventura. Y volviste al silencio».

La reflexión de Camps dedica atención a los periodistas, sus compañeros de profesión, «sabes también de la promiscuidad entre periodistas y políticos, sabes como les excita la posibilidad de una historia», y lamenta su contribución a la propagación de rumores, «¿de qué has de defenderte. De quién. Se desmienten los rumores?», acusa Camps.