Las clases prácticas se imparten sobre las novillas, vacas intermedias y adultas de las fincas que crían la raza frisona | Josep Bagur Gomila

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Aunque a simple vista para un urbanita parezca que todas las vacas frisonas son iguales, cada una es distinta. Los ganaderos, que son quienes las crían, las conocen por su morfología y aptitudes, que luego revertirán en una mejor producción de leche, en mejor descendencia y a optar a ser las mejores en los concursos de raza frisona.

Es por eso que la formación de los ganaderos es imprescindible. Hay que estar al día en los criterios para seleccionar a los mejores ejemplares. Y eso se hace sabiendo distinguir cuáles, por qué y para qué unos animales son mejores que otros. Este es el objetivo de la primera Escuela Autonómica de Jueces Ganaderos que se celebra en la Isla desde el miércoles y hasta el sábado. Un evento formativo organizado por la Asociación Frisona Balear, que preside el menorquín Joan Coll, y Conafe, y con la colaboración del Consell.

Según el secretario de la entidad, José Ramón de Olives, el evento tiene su origen en las escuelas nacionales de jueces ganaderos que se organizaron en la Isla en los años 1997 y 2003, aunque dejaron de celebrarse por los altos precios del transporte de asistentes de todo el país.


Ruta por fincas

En el evento se han inscrito 34 ganaderos, siete de los cuales son de Cataluña, y doce ganaderías. Santiago García Souto, juez internacional de Conafe, imparte el curso con la ayuda técnica de Gabriel Blanco. Las clases prácticas están realizando sobre las ganaderías de fincas como Son Bou Vell, Binigarba, Ses Arenetes, Torrellafuda, Son Quart, Ses Casetes Velles, Marjal Vella, Son Usina, Son Tica, Binillubet, Algendar de'n Gomila y Biniseguí Vell.