El 'Silver Cloud' estrenó la temporada de cruceros en el puerto de Maó a principios de este mes

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Solo los pasajeros de cuatro cruceros tributarán esta temporada en el puerto de Maó por el «impuesto sobre estancias turísticas en las Illes Balears y de medidas de impulso del turismo sostenible», la denominación final que se le ha dado al tributo conocido popularmente como ecotasa. La redacción final ha rebajado la amenaza para el negocio de los cruceros, ya que se establece una estancia mínima de 12 horas, un periodo de tiempo superior a la media de las escalas que se realizan en la rada mahonesa. La cuota es de un euro «por pasajero o por pasajera» entre mayo y octubre y la mitad el resto del año.

El impuesto empezará a aplicarse el 1 de julio, fecha a partir de la cual y hasta final de año está previsto que recalen cuatro buques con una escala de doce horas o más en el puerto. El primero de ellos es «The World», conocido como el barco de los millonarios, que atracará en el muelle el 28 de julio a las nueve de la mañana procedente de Ciutadella y no zarpará hasta el día siguiente a las 23.30 con destino a Tarragona. Aunque es un barco de lujo, de doce cubiertas distribuidas en apartamentos, suele viajar con más tripulantes, 250, que pasajeros, 200 de media, lo cual es mejor noticia para el comercio que para la agencia tributaria del Govern.  

El 23 de octubre se espera la llegada del «Seadream II» con una estancia comprendida entre las diez de la mañana y las diez de la noche.  

Las otras dos escalas con más de 12 horas están programadas para el mes de noviembre, por lo que el pasaje deberá abonar la mitad de la cuota, 50 céntimos. Se trata del «Silver Spirit», con una escala de 13 horas el 3 de noviembre, y el «Silver Wind», que arribará diez días después y permanecerá atracado entre las 9 de la mañana y las diez de la noche. 

La ley excluye asimismo del pago a los pasajeros cuyos cruceros tenga salida o destino final en las Islas, aspecto que es interpretado desde Menorca como un triunfo de las presiones ejercidas por Palma, donde sí se dan esas condiciones. 

Por el contrario, Eivissa será una buena fuente de recaudación, ya que de la programación de esta temporada -141 escalas frente a las 77 de Maó-, más de treinta barcos tienen previstas estancias de entre 13 y 19 horas, que incluyen horarios de madrugada.

El reglamento ha de determinar todavía quién gestiona el abono, función que en principio se atribuye a los consignatarios, y otros aspectos de la logística recaudatoria.