«Nuestra voluntad es hacer la máxima difusión de las obligaciones que prevé la legislación en materia turística y así evitar el desconocimiento y, sobretodo, posibles sanciones», ha remarcado este martes el conseller de Ordenación Turística, Santiago Florit.
En concreto, desde el Consell de Menorca se distribuirá entre todos los establecimientos de la isla un díptico informativo con toda la información relacionada con el desarrollo de la actividad turística de oferta de la restauración.
Asimismo, también está previsto informar a todos los ayuntamientos, al Colegio de Ingenieros Técnicos y a las gestorías.
Florit ha explicado que la intención es llegar a aquellos establecimientos que no estén registrados en el registro insular de Ordenación Turística y que no estén al día en cuestiones relacionadas con la Ley Turística e informarlos para que puedan adaptarse a la normativa.
«Es una campaña que se lleva a cabo desde la voluntad de que todos los establecimientos sean conocedores de la normativa para evitar incumplimientos», ha añadido el conseller.
«Hay establecimientos que permanecen abiertos solo una temporada y vuelven a cambiar de explotador y de nombre, una temporada tras otra. La no comunicación de estos cambios frente a la autoridad competente puede suponer sanciones tipificadas de graves que oscilan entre los 4.000 y los 40.000 euros», ha puesto como ejemplo Florit.
El conseller ha apuntado que también se han cruzado los datos del Consell con los de los ayuntamientos de la isla y se ha comprobado que muchos establecimientos estaban dados de alta en el ayuntamiento pertinente como actividad, pero no como turismo.
Por otro lado y teniendo en cuenta que las asociaciones vinculadas al sector de cafeterías, bares y restaurantes han hecho llegar al Consell sus dudas a la hora de aplicar los preceptos que obliga la norma turística, el departamento de Ordenación Turística ha organizado una jornada informativa que tendrá lugar el próximo jueves en la sala de plenos de la administración insular.
Asimismo, Florit ha informado que se está realizando una prueba piloto con el Ayuntamiento de Maó con el fin de poner en funcionamiento la «ventanilla única» para facilitar a los ciudadanos la tramitación de permisos y licencias.
«La idea es automatizar cualquier cambio que se produzca en una de las administraciones y evitar que los usuarios tengan que presentar por duplicado la misma documentación ante administraciones diferentes», ha concluido.
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