Un centenar de cabras de Cavalleria se eliminaron en los últimos dos años, aunque posiblemente algunas pudieron quedar. Esta imagen reciente demuestra que han vuelto. | Rella Stjepanovic

TW
11

Las protagonistas de muchas de las fotos turísticas de Cavalleria han reaparecido. Se trata de un pequeño grupo de cabras que se ha vuelto a adaptar a la zona y que ha llamado la atención de los visitantes.

Hace más de un año había más de un centenar que eran el objetivo de todos los flashes. Fue desde la propia la finca de Santa Teresa que se empezaron a sustraer las cabras de forma paulatina  por «el incivismo de los visitantes». La decisión se tomó por los problemas que causaban estos ejemplares que llegaron a convertirse en polo de atracción turística para los visitantes en una zona que es propiedad privada. A día de hoy, se ha localizado un grupo de una decena de cabras. Según el payés de Santa Teresa, o bien podría tratarse de un reducto que quedó y que se ha reproducido, o bien podrían ser cabras de otras zonas del norte que se han adaptado al área de Cavalleria. Según el fotógrafo que las localizó, son cabras asilvestradas, no tan dóciles como las que había anteriormente. El payés afirma que son silvestres. De momento, ahí están.

Intentar cogerlas
Aunque las cabras no solo han regresado a Cavalleria, en la urbanización de s'Algar también han aparecido más de una decena. Según informa el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Lluís, Llorenç Carretero, se baraja la hipótesis de que ha sido un particular, no un payés, quien se ha desentendido de sus cabras dejándolas sueltas. La presencia de las cabras despierta simpatía a quien las descubre, aunque en la urbanización de s'Algar ya se han producido las primeras quejas. Según el edil, las cabras saltan a los jardines privados para alimentarse de una vegetación más sabrosa de la que se encuentran entre las rocas, o también en busca de agua.

Para evitar que el problema vaya a más, el concejal explica que desde el Ayuntamiento se ha solicitado autorización al Govern balear para poder capturar estos animales. «Ya tenemos el permiso para poder capturarlas. Estamos estudiando la manera de poder cogerlas vivas para después darlas en acogida. En caso de que no funcione, se tendrán que estudiar medidas más drásticas», señala.