El crematorio de Ciutadella, en la imagen, se puso en marcha en 1999 y el de Maó en febrero del año pasado | Josep Bagur Gomila

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El pasado 18 de noviembre el Ayuntamiento de Ciutadella informó a las funerarias que una avería en el crematorio impedía prestar el servicio durante los 15 días siguientes. Un mes y medio después la situación persiste, obligando a las familias que optan por incinerar a sus difuntos a desplazarse hasta Maó, donde se ubica el otro crematorio existente en Menorca.

El concejal de Servicio Urbanos del Consistorio, Joan Salord, explica que están pendientes de recibir el informe con las deficiencias del equipamiento y el coste de la reparación para proceder a arreglarlo. Considera que «el coste será importante, pero es una prioridad que el servicio funcione otra vez cuanto antes».

Según el concejal, la parte posterior del crematorio tiene deficiencias, lo que impide una correcta emisión de los gases que deben pasar por un circuito que se ha estropeado. Detectaron la incidencia tras observar que las incineraciones tardaban el doble de lo que era habitual, por la dificultad de alcanzar las altas temperaturas necesarias.

Los técnicos encargados de evaluar su estado, procedentes de la península, acudieron a las instalaciones durante el puente de la Constitución, por lo que desde el Ayuntamiento esperan que su informe no se demore muchos días más.


Sobrecoste

La avería en Ciutadella obliga a las familias a trasladar a sus difuntos hasta la otra punta de la Isla con un coste añadido de unos 120 euros. El Consistorio en ningún caso se hace cargo de este importe.

Hasta la fecha, el crematorio de Maó ha incinerado cinco cadáveres procedentes de Ciutadella. Desde la funeraria Gomila, encargada de gestionar el servicio en el municipio de Llevant, afirman que el percance sufrido en Ciutadella ha implicado un leve aumento de la demanda.

En este sentido, Salord expone que «en Ciutadella, por tradición, es más habitual enterrar que incinerar».