La consellera Cristina Gómez | ARCHIVO

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Pese a ser la institución de Menorca más avanzada en este sentido, el informe bienal al que se someten las diputaciones provinciales tan solo otorga 50 puntos sobre 100 al Consell insular por lo que respecta al cumplimiento de los indicadores de la Ley de Transparencia.

Eso hace que, pese a conseguir 100 puntos en sus relaciones con los ciudadanos y la sociedad, 84 en información, 75 en transparencia de las contrataciones públicas o 71,4 en el ámbito económico-financiero, descienda posiciones en el ránking nacional respecto de su brillante evaluación de 2013. Entonces obtuvo 81,3 puntos y quedó clasificada en el decimonoveno lugar entre las 45 diputaciones analizadas pero, dos años después, el parón de los últimos meses de gobierno del PP y el insuficiente tirón del primer medio año del tripartito Més-PSOE-Podemos le han hecho bajar al puesto 36, con 74.4 puntos, aunque todavía por encima del Consell de Mallorca, que totaliza 70.

Desde el 18 de noviembre, casi un mes antes de lo exigido, tiene explicitado en su portal el mecanismo para atender las solicitudes de acceso a la información de cualquier ciudadano. Pero la lista de subvenciones lleva meses en elaboración, la relación de contratos menores sigue anclada en 2014 y no ha actualizado las modificaciones introducidas en los que están en marcha.

Pese a ello, la consellera Cristina Gómez asegura que se han dado «pasos» desde julio: se ha puesto en marcha el portal de transparencia y creado figuras de participación y amparo ciudadano como el Consell d'Illa y el Síndic de Greuges. Y falta perfilar la «mejora continua de indicadores» y redactar el Código de Buen Gobierno aplicado a la realidad insular.

Claro que el PP en la oposición no colabora. Desde hace meses y pese a la petición del equipo de gobierno, sigue sin hacer pública la declaración de bienes de sus consellers.

Es Mercadal, Es Migjorn y Ferreries

Los ayuntamientos más pequeños apenas han avanzado y algunos, como el de Es Migjorn, ni han actualizado su web ni siquiera tienen la palabra transparencia. Como Es Mercadal y Ferreries, se limita a colgar la estructura de gobierno y la distribución de áreas, así como las actas de los plenos y el cuadro resumen del presupuesto municipal.

También permiten consultar su planeamiento urbanístico, pero no incorporan ninguno de los nuevos indicadores exigidos por la Ley de Transparencia.