La Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca no ha recibido ninguna comunicación oficial de la resolución de los contratos con las concesionarias de las desaladoras de Ciutadella y Santa Eulalia del Río, que ha aprobado el Consejo de Estado, ha informado el departamento autonómico en un comunicado.
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), Isabel García Tejerina, ya adelantó dicha medida al conseller en la audiencia que mantuvieron, junto con el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres, el pasado septiembre, en Madrid.
Las obras de las dos desaladoras están terminadas pero sin recepcionar a causa de un conflicto entre el ejecutivo estatal y las empresas concesionarias de su construcción, que reclaman 24 millones de euros en el caso de Santa Eulària del Riu y 16 en el de Ciutadella de Menorca.
Para que el rescate de las instalaciones sea efectivo, lo debe aprobar el Consejo de Ministros. Tras ese paso, las desaladoras se entregarán, previsiblemente, a la Comunidad Autónoma, que tendrá que asumir las conexiones con la red de abastecimiento de agua, de un coste aproximado de 4 millones de euros cada una.
El conseller Vidal ha reclamado celeridad y espera que el traspaso de la gestión de las desaladoras se haga antes de las elecciones generales, previstas para día 20 de diciembre, por lo que se ha puesto a disposición del ministerio y Gobierno central para facilitarlo.
El pasado sábado, el Ayuntamiento de Santa Eulària informó de que la ex Defensora del Pueblo y actual miembro del Consejo de Estado, María Luisa Cava de Llano, había comunicado al alcalde, Vicent Marí que dicho organismo ha desbloqueado la entrada en funcionamiento de la desaladora al aprobar que el Ministerio de Medio Ambiente resuelva el contrato de construcción y explotación que tenía la empresa Aqualia.
1 comentario
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I no seria millo demanar el 4 milions d'euros i que la connectin els de Madrid?.No sé perquè ho han de pagar els menorquins, mentre el Govern Central tira els doblers amb una absurda xarxa d'AVE, per només esmentar un bon exemple de malbaratament de fons públics.