La presidenta y los consellers socialistas coparon buena parte del pleno de ayer | Javier Coll

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No era el de ayer el primer pleno del Consell en el que el Partido Popular se lo preguntaba, y su respuesta fue similar a las anteriores. Que no lo sabe, que ya lo dirá. El conseller de Ordenación del Territorio, el socialista Santiago Florit, aseguró ayer en varias ocasiones que todavía, cuatro meses después de acceder a su cargo, no tiene claro qué va a hacer con la Norma Territorial Transitoria aprobada en el anterior mandato. Lo supedita a la resolución de los servicios jurídicos al respecto, que, para mayor confusión, dijo ya conocer aunque espera a tenerla por escrito antes de actuar o comunicarla. Esto sucederá de inmediato, incluso en un par de días, comentó.
Aún así, de las intervenciones de Florit al respecto se desprende que su intención es cambiar algunos de los 49 artículos (disposiciones incluidas) de la normativa que suple al Plan Territorial Insular durante su revisión. Se le llegó a escapar: «La modificaremos, ¿cómo? No lo sé. ¿Cuánto tiempo tardaremos? No lo sé». Pero acto seguido se contradijo: «¿Haremos modificaciones? No lo sé». Eso sí, «no tomaré decisiones unilaterales», aunque «algo haremos».

Florit se enfrentó a la interpelación formulada por la consellera popular Aurora Herráiz al respecto, quien bombardeó sin piedad el PTI, «con las áreas de reconversión territorial creó 18 burbujas inmobiliarias», así como la solución a las mismas, «con acuerdos desde la opacidad».

Herráiz defendió la NTT, «ampliamente dialogada con muchos colectivos, no la derogarán porque se han dado cuenta de ello. Solo dicen que no les gusta porque la hizo el PP, y el PP come niños». Es más, vaticinó lo que va a ocurrir, «ustedes esperan una norma cautelar del Govern, en la que está trabajando el mismo dirigente que gestó lo de Cesgarden y Son Orfila (en referencia al socialista Marc Pons), y la van a liar. La decisión está tomada en Mallorca».

Por su parte, Florit, quien eliminó la credibilidad de toda información publicada en prensa al respecto, respondió que, más allá de la NTT, su prioridad es la revisión del PTI, a lo que prevé dedicar entre dos y tres años, sin asegurar que se apruebe en este mandato. Afirmó que la NTT aporta cosas modernas, buenas, y cifró en una veintena los artículos que salvaría. Entre los que no, puso reparos a la manera de afrontar la regularización de los núcleos de hortales y a las disposiciones que pretenden «legalizar las ilegalidades». Apuntó que la NTT no ha generado un alud de licencias de obras.