Parón definitivo. Ya es oficial. Las máquinas de Dragados y Antonio Gomila no volverán a actuar en el tramo Maó-Alaior, que ahora espera el nuevo proyecto | Gemma Andreu

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La UTE Mejora Mahón-Alaior, formada por las constructoras Dragados y Antonio Gomila, registró en la tarde de anteayer viernes un escrito en el Consell por el que acepta resolver «de mutuo acuerdo» el contrato de las obras de reforma de la carretera general, que venía ejecutando desde septiembre del año pasado. Horas antes, y también por orden de la institución insular, dio por concluida su intervención en el proyecto y dejó de ejecutar los trabajos, tal como le había pedido el director de la obra el pasado miércoles 14 de octubre.

Aunque no aparece explicitado como tal en el documento, este acuerdo podría suponer también la ausencia de reclamaciones de indemnización por las partes sobre las actuaciones que no se han llegado a acometer.

Las empresas se amparan en las importantes desviaciones de obra y presupuesto contenidas en el proyecto, que les llevaron a paralizar los trabajos y a reclamar hasta un 38 por ciento más de lo estipulado, para justificar su aceptación de la rescisión propuesta por el Consell. Pero también alegan que no han visto atendida su última solicitud, cuando en junio pidieron ampliar el plazo en cuatro meses más y prorrogar así el contrato hasta abril de 2016. No obstante, hasta el viernes la UTE apenas había llegado a ejecutar poco más del 20 por ciento de la obra prevista.

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