Poco antes de la diez de la mañana de ayer los trabajadores de Sa Xarxa desmontaron la terraza | CF

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El bar Sa Xarxa, situado en pleno casco histórico de Ciutadella, echó ayer miércoles el cierre, después de que el Ayuntamiento le obligará a desmontar la terraza, debido a que no cuenta con autorización.

Poco antes de las diez de mañana del miércoles, el propietario del establecimiento recibió la notificación policial de que en un plazo de 24 horas la terraza ya no debía ocupar el espacio. Este miércoles a las nueve de la mañana se abrió como si nada, conscientes eso sí que en una hora la tendrían que tener desmontada. La policía se personó para supervisar que se cumplía la orden y a las diez la terraza pasaba a la historia.

Solo quedaron dos mesas justo delante la fachada del local, que estuvieron montadas durante todo el día. El último, que ha estado abierto, tras 25 años en activo. Hoy no volverá a abrir y los siete empleados se quedan en la calle. «La terraza supone entre el 80 y el 90 por ciento del negocio, sin terraza, no es viable», asegura el propietario Carlos Carrasco.

El problema de la terraza de Sa Xarxa surgió a raíz de la aprobación el año pasado de la nueva ordenanza de ocupación de vía pública, con la que se le ha denegado el permiso. Alegando que no tiene el consentimiento de los vecinos, que es indispensable en el caso de los establecimientos situados en las calles (aunque no así en las plazas). En marzo ya se les instó a que retiraran la terraza y así lo hicieron. Un mes después se les comunicó que podrían volver a abrir en una nueva ubicación y posteriormente el Ayuntamiento les volvió a denegar el permiso.


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