Julio Izquierdo recuerda que con once años ya merodeaba por las oficinas de su padre, dueño de una empresa de patatas fritas, en Soria. «Emprender es lo que he vivido siempre en casa», comenta este empresario castellano, creador de diversas start-ups del sector internet. Al terminar el instituto, Izquierdo dejó Soria para ir a estudiar Marketing a Madrid y después empezó a trabajar en la multinacional Phillips, donde fue escalando puestos hasta alcanzar un cargo directivo. Sin embargo, al cabo de casi tres años decidió abandonar el mundo de la gran empresa para dirigir una start up madrileña especializada en comercio electrónico, «justo cuando empezaba la crisis de las punto.com», recuerda. Desde allí vio el potencial que había en el sector de la descarga de ringtones, lo que le animó a montar su primera start up, en 2001.
«Trabajábamos sin parar y reinvertíamos en la empresa todo el dinero que teníamos. No tenía un duro, podía pasarme semanas enteras comiendo arroz, ¡literalmente!», recuerda sonriendo el emprendedor, sentado frente al mar, en S'Algar.
Izquierdo forma parte del selecto grupo de emprendedores tecnológicos que participan en Menorca Millennials, un programa que reúne desde el pasado 4 de junio en la isla a las 20 mejores start ups internacionales con inversores y business angels de primer nivel para que puedan focalizarse en su proyecto y levantar capital.
El proyecto por el que ha sido seleccionado Izquierdo, y su cuarta aventura empresarial, se llama Packagepeer, una plataforma online que permite a los usuarios ofrecerse como punto de recogida de paquetes de las compras online de sus vecinos. «Nos dimos cuenta que hay mucha gente que cuando compra online pide que le entreguen sus envíos al trabajo, mientras que la mayoría de grandes compañías no lo permiten por temas de seguridad o política de empresa, o porque simplemente sería ingestionable en épocas como Navidad», comenta Richard Lynn, Director de Desarrollo de Negocio de Packagepeer y compañero de Izquierdo en otras start ups.
Aprovechando su experiencia previa en el sector de la economía colaborativa - previamente montaron Compartir Tren Mesa AVE, una aplicación móvil para conseguir billetes de tren más baratos –, empezaron a desarrollar la plataforma, en la que han invertido 300.000 euros de su bolsillo. En este momento están interesados en levantar una segunda ronda de capital de inversores externos y han aprovechado su estancia en Menorca Millennials para hacer contactos interesantes y compartir experiencias con el resto de emprendedores. «Ha sido un buen ejercicio de inspiración y aprendizaje», explica Izquierdo, después de quince días en el campus de S'Algar.
Operativa desde el 1 de mayo de este año, el objetivo de Packagepeer es ahora incrementar el número de usuarios que estén dispuestos a pagar para confiar la recogida de un paquete a un vecino. «Como en todo proyecto de economía colaborativa, Packagepeer se basa mucho en la confianza entre los usuarios», insiste Izquierdo. «¿Si la gente se sube en un coche compartido con un conductor desconocido, por qué no va a confiar en un vecino para que le recoja un paquete?», añade Lynn, que todavía conserva un aire inglés a pesar de haber crecido en España.
En los próximos meses, ambos se enfocarán también en buscar plataformas de eCommerce que quieran integrar su aplicación en el momento de hacer el check out , es decir, que el comprador pueda escoger en las opciones de envío, «enviar a un vecino», aclara Izquierdo.
1 comentario
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Apart de que el titular és totalment irrellevant (per no dir que tota la informació de l’article és fum de formatjades), no entenc de cap manera perquè necessit una empresa per posar-me d’acord amb el veí o veïna i posar la seva adreça com a destinatari. Es suposa que jo ja he de conèixer prou bé el rodol on visc i saber qui em pot fer aquest favor. Ho sabrà millor una empresa que no coneix ni ha vist mai cap dels implicats? Tan poques relacions té la gent amb els seus veïns que necessita un web per posar-los d’acord? Diu que el seu pilar és la «confiança» però sembla que està pensat per gent que no ha pogut fer cap relació amb la gent que veu cada dia per l’escala o el seu carrer. El problema que hi veig és que portals de compres online com eBay no permeten enviar les compres a una adreça diferent que la que consta registrada a PayPal (mitjà de pagament), per evitar el frau. No explica enlloc com s’ha de fer per passar per alt aquest obstacle.