Los miembros de la junta local en la reunión celebrada ayer. | Javier Coll

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No hubo reproches en jueves en la reunión de la junta local del PP de Maó sino más bien el «sentimiento» generalizado de que, pese a los posibles errores, la gestión de estos cuatro años «ha sido satisfactoria, llevábamos una dirección que creíamos correcta para la transformación de la ciudad», pese a admitir que probablemente eso no se ha comunicado de manera efectiva a los ciudadanos.

Así lo afirmó el presidente de la junta, Simón Gornés, quien sí admitió que las políticas nacionales y autonómicas habían generado «una ola» de descontento que «no habíamos calculado bien» y que ha arrastrado al PP también en Maó.

Destaca también Gornés que frente a ellos han tenido a una izquierda que ha logrado una «movilización muy fuerte». Los cargos electos se pusieron a disposición del partido y éste «les ha hecho la encomienda de seguir trabajando por el pueblo, si tiene que ser en la oposición, que se haga una oposición seria», señaló Gornés.

La junta también acordó atender con efectividad el engranaje interno y el trabajo de partido, con más atención al afiliado, algo complicado de compatibilizar, apuntó Gornés, cuando se dedica más tiempo a la gestión municipal.

En cuanto a los pactos postelectorales, igual que ya hicieron Santiago Tadeo y Misericordia Sugrañes, el PP de Maó también ofrece un pacto «por la estabilidad» al PSOE. «No se trata de ir contra nadie, pero mucha gente en la calle nos está pidiendo que exploremos esa vía y si hay alguna posibilidad de hablar sobre programa con la gente sensata del PSOE lo haremos».