Sara con su caballo, de 20 años de edad y para el que ha alquilado una tanca en Maó. | Javier Coll

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Junior es un caballo de raza menorquina que estaba en malas condiciones, solo, en un terreno pedregoso, con una sola herradura, anémico y desnutrido y que, en palabras de su propietaria actual, Sara Solé, se había empezado a «dejar morir, no comía». Sus antiguos dueños lo habían dejado a su suerte y ella, que monta desde los 9 años, se interesó por adoptarlo y procurarle una vida mejor a través de la asociación protectora de equinos Refugi Menorca al Galop.

Ahora Junior vive en una tanca de Maó, que su nueva propietaria alquiló para él y para otros animales adoptados -un par de cerditos vietnamitas y unas gallinas hacen compañía al equino-, y a la que fue trasladado desde Ciutadella, donde se le recogió.

La historia de Junior no pasaría de ser otro ejemplo de maltrato animal y de rescate si no fuera porque su propietaria ha sido también denunciada por la asociación Ayuda Animal por las condiciones en las que se hallaba el caballo.

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