Foto de familia de los participantes en el taller que ofreció Mario Rubio, junto al cañón de la antigua base militar de Son Olivaret | Mario Rubio

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Si realizar una buena foto a plena luz del día resulta complicado, a partir del momento en el que se pone el sol la dificultad se multiplica. «Cuando tomas una instantánea en esa franja del día nunca puedes anticipar cuál va a ser el resultado... La noche siempre depara sorpresas», explica un experto en la materia como Mario Rubio, quien el pasado fin de semana se desplazó a la Isla, invitado por el Fotoclub del Cercle Artístic, para participar en un curso intensivo de fotografía.

Una treintena de personas tuvieron el privilegio de asistir a una sesión teórica de cuatro horas. Aspectos como la larga exposición, los diferentes tipos de fotografía nocturna, la composición, el enfoque o las condiciones atmosféricas, entre muchos otros, salieron a colación en el aula de la entidad cultural, una fase del curso que se vio complementada con una salida tras el ocaso para poner en práctica todo lo aprendido. Así, en torno a las 22 horas del sábado comenzó una sesión fotográfica en la antigua batería militar de Son Olivaret que se prolongó hasta bien entrada la madrugada.

Según explica el presidente del Fotoclub, Josep Vidal, «fue una experiencia fantástica. Rubio nos transmitió todo lo que sabe técnicamente pero con un lenguaje muy cercano».