Fue en una mañana que acompañó, con un ambiente muy amigable y en la que los participantes cubrieron los 7,5 kilómetros del recorrido, con salida y llegada en la escuela.
La iniciativa superó los datos de participación del año pasado en medio centenar más de corredores.
La salida tuvo lugar en el aparcamiento de la escuela, y concluyó en su patio. Y entretanto, 7,5 kilómetros, de dificultad reducida en la mayor parte del trazado, pero más dura en los dos últimos kilómetros, con la subida por la Costa de ses Piques. Aún así, pequeños y mayores se mostraban satisfechos al concluir la prueba, tras la cual hubo una rifa final.
Esta iniciativa surgió hace tres años, a raíz de un grupo de profesores que participaban en carreras en otros municipios, y que apreciaron que en Maó no había, entonces, eventos similares. Fue así como se promovió una prueba benéfica, para Proideba, la ONG del centro. Esta organización sin ánimo de lucro se dedica a recaudar fondos para los más necesitados. Así, esta carrera sirve para concienciar a los niños de la necesidad de contribuir para ayudar a los demás.
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