La Contramurada es desde este viernes todo un festival de olores y sabores. Con el paso del tiempo, los productos gastronómicos han ido ganando terreno en la Feria de Sant Antoni a medida que el mercado iba creciendo. Mucho han cambiado las cosas desde que en 2003 se estrenara la primera edición, algo de lo que da fe un feriante que ha participado en las once ediciones que se han celebrado hasta la fecha, el cuchillero mallorquín Gabriel Miralles. El artesano rememora cómo el primer año apenas eran diez los puestos, «cuando solo hacía falta cortar el tráfico en un solo sentido en la Contramurada». Lejos de ese escenario, este año el Ayuntamiento se ha visto obligado a extender la zona de venta hasta el 17 de Gener.
La feria, con 45 expositores, ha dado un gran salto, y a mayor número de puestos «mejor para el pueblo y los visitantes», advierte un vecino de Ciutadella, Pedro Marqués, quien ayer se acercó hasta la Contramurada para echar un vistazo. Sin embargo, su opinión no es compartida por algunos comerciantes, que consideran que el principal atractivo de la cita era precisamente «que se trataba de una feria pequeña», opina una vendedora de embutidos que desde hace siete años viene desde Vic. «Ahora somos más a repartir», sostiene.
El producto artesano sigue teniendo presencia, pero el gastronómico ha tomado casi por completo la feria. Ciutadella será hasta el próximo domingo un mercado perfecto para comprar productos típicos de casi todas las regiones de España. Desde la empanada gallega hasta las anchoas de Santoña, pasando por el queso de Canarias o el jamón de Guijuelo. Y, por supuesto, productos menorquines en abundancia, además de otros más exóticos, como comida típica marroquí.
La feria arrancó a medio gas, confiesa Leticia Trujillo, llegada desde Mallorca, quien sostiene que eso es algo habitual. «Mañana será un buen día, y el sábado mejor. Tenemos buenas expectativas», augura mientras invita a degustar una de las muchas variedades de queso que ofrece.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
¿Por qué siendo la fiesta del patrón de Menorca los puestos no se dedican a productos menorquines, como nuestros quesos, sobrasadas, ensaimadas, carn i xuas, camot, botifarró, vino, formatjades, flaons, crespells...? No me explico cómo siempre, sea la fiesta que sea, en Mahon/Maó nos encontramos con el mercado medieval.
Porque no se hace el mercado con los productos de la isla en la plaza del Borne ?? Sería una manera de dar a conocer a los visitantes, lo mucho y bueno que puede ofrecer Menorca,además del sol y las playas...
Y para cuando van a pasar una inspección sanitaria a todos estos chiringuitos, porque por lo visto esta gente no sabe que existen unas pinzas para coger los alimentos.