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Maó ha cerrado el 2014 con los mejores índices de calidad del agua del año. En concreto, cuatro de los cinco pozos de abastecimiento del núcleo urbano están dentro de los niveles de nitratos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según datos municipales.

Tan solo el pozo de Turó muestra en la última analítica, realizada en el mes de noviembre, valores superiores, con 51 miligramos de nitratos por litro, cuando la normativa exige que el agua de suministro no debe sobrepasar los 50 miligramos por litro. En este punto hay que tener en cuenta que en el pozo de Turó se detectó en el mes de mayo la presencia de 58,8 miligramos de nitratos por litro de agua, lo que desaconsejaba su consumo.

Por su parte, el pozo de Malbújer, uno de los que abastece a más ciudadanos del municipio, se encuentra a día de hoy por debajo del límite con 49,1 miligramos por litro, tras una significativa mejora desde el mes de mayo, cuando las analíticas detectaron unos valores de nitratos de 63,5 miligramos por litro.

También los pozos de Llumaçanes y Bintaufa están por debajo de los niveles de nitratos recomendados por la OMS, con 46,6 y 42,5 miligramos por litro.

El consumo excesivo de nitratos supone un riesgo para las personas que presentan alteraciones que provoquen un aumento de la formación de nitritos, principalmente los estómagos inmaduros de los niños menores de tres meses, que no pueden impedir la transformación de nitratos en nitritos.

Entre la población vulnerable se encuentran los lactantes alimentado con biberones preparados con agua del grifo, las mujeres embarazadas y las personas con una baja acidez gástrica (hipoclorhídria), así como las personas con enfermedades por hemoglobina anómala.