Favàritx. Los efectos del fuerte viento ya se dejaban notar ayer en la costa norte | Josep Bagur Gomila

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Llegó la hora de sacar el abrigo, la bufanda y los guantes del armario. Lo advierten desde la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de Palma, que ha decretado para mañana una alerta roja en la Isla (la única de todo el país), especialmente en el litoral norte, por «riesgos importantes y extremos». Ello implica, según explica la responsable de Aemet en Balears, Maria José Guerrero, que la mar, arbolada, podrá alcanzar olas de entre 7 y 9 metros. Es por ello que durante los próximos días apela a la prudencia ante las adversidades meteorológicas, ya que las previsiones iniciales apuntan a que en el mar las rachas de viento, de componente norte, alcancen los 85 kilómetros por horas y ronden los 100 en tierra.

De hecho, el viento ya se dejó notar con fuerza ayer en la Isla, que dio lugar a mar gruesa dejando algunas estampas espectaculares en el litoral menorquín. La lluvia caída en Maó apunta a ser la causa más probable del desprendimiento de bloques de marés en el aparcamiento de sa Sínia des Cuc de Maó, que obligó a acordonar la zona.

Los termómetros también han registrado un cambio importante, con el mercurio oscilando entre los 12 y 10 grados, una temperatura que se mantendrá para las próximas jornadas, avanza Guerrero, con unas variaciones muy ligeras por culpa del viento. No obstante, se estima que estén en torno a tres grados por debajo de lo que es normal para esta época del año.

Calma previa

En lo que se refiera a las previsiones para hoy, Aemet prevé una mañana tranquila, pero las condiciones tenderán empeorar progresivamente hasta que mañana al mediodía se decrete la alerta máxima, la de color rojo. En ese sentido, la delegada del Aemet advierte que hay que estar muy atentos a los partes porque las condiciones pueden evolucionar de forma diferente a lo inicialmente previsto.

Lo que sí parece claro es que el temporal que se avecina será «corto pero intenso», y marcará un cambio de tendencia en un otoño que estaba siendo más cálido de lo normal, pero que en su tramo final empieza a dar la bienvenida a la estación invernal, que oficialmente entrará el 22 de diciembre.

El cambio del tiempo también se ha notado en la isla de Mallorca, donde en la jornada de ayer llegó incluso a nevar por encima de los 1.200 metros de altitud, cimas en el que espesor de la nieve alcanzó los cuatro centímetros. En lo que se refiere a Menorca, las condiciones meteorológicas tenderán a normalizarse a partir del miércoles, cuando el viento comenzará a soplar con menos fuerza y las temperaturas subirán ligeramente.