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Los hoteles menorquines cerraron el último mes de la temporada turística con una ocupación media del 47,3 por ciento, cuatro puntos por debajo de los resultados del mismo mes del año pasado. La caída del grado de ocupación de los establecimientos de alojamiento menorquines es especialmente significativa si se tiene en cuenta que el año pasado el porcentaje de planta abierta era del 50,3 por ciento, mientras que este año se ha quedado en el 39,5 por ciento, la cifra más baja, al menos, en los últimos siete años (los que la estadística permite comparar), según los datos hechos públicos ayer por la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME).

Estancias más largas
La caída de la ocupación se da a pesar del aumento de pasajeros registrado en el Aeropuerto de Menorca en el último mes de temporada y contrasta con el primer mes de la misma, cuando se produjo una ocupación del 49,7 por ciento, eso sí, con el 50,8 por ciento de la planta abierta. Tan solo el ligero aumento de la estancia media, que alcanzó los 7,52 días, deja buen sabor de boca en un sector que ha registrado comportamientos diferentes en función de la zona de la Isla en la que funcionan.

Mientras en Ciutadella, Maó, Sant Lluís y Es Castell se han registrado ligeros aumentos de la ocupación (siempre teniendo en cuenta que había menos planta abierta), en Es Mercadal, Alaior, Es Migjorn Gran y Ferreries ha ocurrido lo contrario. La gran mayoría de los clientes fueron de nacionalidad británica, seguidos de los españoles, los alemanes y, a gran distancia, los franceses y los austriacos.

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