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A comienzos de año CAEB vaticinaba para la economía menorquina un cambio de tendencia que de momento se está haciendo el remolón. En el primer semestre de 2014 las cifras negativas se resisten a desaparecer en Menorca, todo lo contrario de lo que sucede en el resto del territorio balear, con Mallorca que logra evolucionar en positivo por primera vez en lo que va de crisis y las Pitïuses, que se disparan como cohetes en su particular oasis.

La economía menorquina, al menos, ha logrado de enero a junio frenar la caída. El primer semestre del año se cierra con un descenso del PIB estimado en medio punto, cuando en los dos ejercicios precedentes estuvo sobre el punto entero. Ahora desde CAEB esperan que pase lo mismo que el año pasado, cuando el segundo semestre permitió mejorar las cifras del primero para cerrar 2013 con una décima negativa. La esperanza, en palabras del vicepresidente de la confederación empresarial en Menorca, Joan Melis, es que se pueda acabar el año 2014 sacando ligeramente la cabeza por encima de la línea que separa lo negativo de lo positivo.

«No acabamos de despegar, no salimos del estancamiento. Son cifras muy similares al primer semestre del año pasado». Melis constató ayer esta permanencia en el barro del decrecimiento en contraposición con lo que «ya están haciendo las otras islas».

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