Hoy, la arquitecta Isabel Espiau Espiau es la actual presidenta de la Asociación Amics de l'Illa de l'Hospital, y de la Fundación Hospital de la Isla del Rey, creada en el 2005, un año después de que la asociación de voluntarios iniciara su andadura legal. Y es con ella, con Isabel Espiau, con la que recreamos todo lo habido a través de esta entrevista.
¿Desde cuándo su vinculación con Menorca?
— Desde 1964, lo que significa que dicha vinculación tiene ya 50 años de historia; vinimos a Menorca por mediación del doctor Emilio Sturla y desde el primer momento la Isla nos encantó hasta que el extremo de que compramos un solar en el que edificamos este chalé.
Como parte de una promesa.
— Sí, mi padre había prometido a mi madre que algún día le construiría una casa al lado del mar, y cumplió su promesa.
Arquitecta además de aparejadora conlleva una serie de estudios previos. ¿Dónde los desarrolló?
— Todos en Barcelona, mi primer colegio fue el Luis Vives; escuela mixta, laica pero al propio tiempo católica, y después pasé al Jesús Maria, luego fui a un Instituto, hasta llegar a la Universidad.
Tras superar el Bachillerato Elemental, Superior y el Preuniversitario.
— Exacto, no me libré de nada pero, en aquellos años éste era el trayecto que había que recorrer hasta dar el salto a la Universidad.
La Illa del Rei, ¿qué es para usted?
— La primera visión que yo tengo de Menorca; llegué con mis padres poco después de que cerrasen el hospital y, desde aquel momento sigue siendo una constante en mi vida.
Por ello es lógico que se uniera, casi en el primer momento, al movimiento «pro recuperación» de la Isla del Hospital.
— Sí. Luis Alejandre publicó un artículo relacionado con este movimiento o con esta ilusión y yo, que compartía la idea, escribí una carta a modo de «complicidad».
En noviembre del 2005 usted redactó el Plan de Actuación y Usos de la Isla del Rey, aunque me imagino la respuesta. ¿Cuánto se hace y lo ya realizado, se ajusta a dicho plan?
— Desde luego; aquel era un plan de usos en el que se explicaba lo que se podía hacer, un planteamiento básico. Luego, al año siguiente, en 2006 se redactó el Plan Especial, en el que realmente queda claro los trabajos a realizar y en el que se incide en el escrupuloso respeto con los edificios, espacios libres y el resto a la isla.
Después de una estancia fuera de Menorca, al regresar a su casa y contemplar su illa, ¿qué siente?
— Me es imposible describirlo porque «mi isla» es parte de mi vida.
Prioridades las tendrá a montones, pero ¿cuál es actualmente la número uno?
-Acabar la fase de usos ya detallados, sobre todo finalizar las obras de los edificios.
Cuando el Ayuntamiento de Maó compró al Ejército la "l'Illa de l'Hospital" por 10 millones de las antiguas pesetas, era para que en él se construyera un parador nacional con "acento" náutico, ¿consideró que este proyecto se iba a realizar?
-No, porque un Parador de Turístico en la "Isla del Rey" no podía ser rentable; los inconvenientes son demasiados y los costes difícilmente podrían ser rentabilizados; con calcular el coste de un servicio de enlace, las 24 horas del día, entre el embarcadero y la isla ofrece un apunte de la envergadura de la inversión y del posterior mantenimiento porque todo ello repercute en el precio de las habitaciones; por ello no creí en que el proyecto se llevase a cabo.
Posteriormente y tras el pago de cinco millones de pesetas, el Ayuntamiento recuperó la titularidad y en 1985 redactó y publicó un "Concurso de Ideas", ¿conoció el proyecto de "FACTAL" (un hotel de 5 estrellas)?
-Sí, y también lo considero inviable no solo por las razones antes esgrimidas sino por otras como el hecho de que la temporada turística, en Menorca, es excesivamente corta; hablar de un hotel de 5 estrellas para tres o cuatro meses como máximo, es fundamentar el futuro sobre un suelo cenagoso, totalmente insostenible.
Pero Menorca tiene otros atractivos a considerar.
-Efectivamente, Menorca en sí misma es una "joya", su riqueza arqueológica, talayotica, cultural, artística e histórica es incuestionable, riqueza que hay que promocionar porque en algunos casos es única.
Cuentan que la ópera la apasiona.
-Sí, me encanta pero, vivirla en el Teatro Principal me produce una sensación especial, es como si toda ella te envolviera.
¿Fue una de las primeras voluntarias?
-El primer grupo lo componían los amigos de Luis Alejandre, digamos que yo fui una de las integrantes del "segundo reemplazo".
¿Esperaba la respuesta popular a la llamada del general Alejandre?
-Aposté por ello aunque creo que la respuesta ha sido superior a lo esperado; ello ocurre siempre que ofreces algo que ilusiona y lo haces sin falsedades, es entonces cuando el ser humano, hombre o mujer, da lo mejor que lleva dentro y aquí se ha demostrado.
¿Podríamos hablar de fenómeno sociológico?
-Sí; particularmente estoy convencida de que se trata de un fenómeno sociológico, puede que ello se deba a las connotaciones, las muchas connotaciones positivas que tiene el proyecto, pero sea por lo que sea, hay que considerarlo como un fenómeno sociológico.
Asociación, fundación … ¿No le preocupa ser la "cabeza" de todo esto?
-No porque somos un equipo; puede que si estuviera sola tal vez sentiría el vértigo de la presidencia, pero al ser parte de un "todo" la presión derivada de las responsabilidades es llevadera.
Han tenido muchos apoyos institucionales y de empresas públicas y privadas, me imagino que aunque satisfecha desearía que fuesen más, ¿cuál es su "pedido" actual?
-En concreto solo deseamos "dinero", es decir aportaciones para poder terminar el edificio.
Lo que sorprende gratamente es el eco que su trabajo, el realizado por los voluntarios en la "Isla del Rey", ha tenido no solo aquí, en Menorca, sino en todo el mundo; ¿lo esperaban?
-Efectivamente, el eco ha sido impresionante, mucho más de lo esperado, porque en un principio sabíamos que si se conseguía tratar hábilmente el asunto recibiríamos muchos apoyos, ya que era algo en que estaban implicados muchos países desde Inglaterra, hasta Italia.
Todo lo relacionado con el hundimiento del "Roma" y los cuatro buques de guerra internados en la Colarsega (Atilio Regolo, Fuciliere, Carabibiere y Mitragliere) son imágenes que todos los mahoneses de mi edad conservamos en nuestra retina y que crearon una fuerte lazo de amistad entre Italia y Mahón que, con la recuperación de la "Isla del Hospital" se ha fortalecido.
-Efectivamente, pero desde el primer momento procuramos ser extremadamente respetuosos con la Historia, y por ello cuantos tuvieron algo o mucho que ver han querido respaldar nuestro esfuerzo y nuestro trabajo; tampoco podemos olvidar que el puerto de Maó era y es una "joya" y cualquier nación con intereses en el Mediterráneo quería que fuese suyo o, al menos, poderlo utilizar.
Equipo, voluntarios... ¿cuántos son?
-Es muy difícil precisar el número exacto, pero yo diría que el número de voluntarios fijos está alrededor de los 120; en las notificaciones o informaciones que remitimos a los voluntarios tenemos tres "listas", integradas por los distintos voluntarios ingleses, italianos y españoles y el total oscila entre 146 a 150.
Hay una pregunta que me preocupa porque conozco y reconozco el trabajo que han hecho y están haciendo; si el Ayuntamiento tuviera la necesidad de rentabilizar económicamente su patrimonio y la Illa del Rei fuese objeto de una oferta «tentadora», ¿qué sucedería?
— Mientras las condiciones urbanísticas se mantengan, mientras no se produzcan cambios difícilmente cabe una oferta tentadora; por lo demás existen compromisos y convenios que nos permitirían seguir en nuestra actividad sin preocupaciones añadidas.
Actividad la suya de seguir siendo veladores de un legado histórico.
— Sí, legado histórico, cultural y con rentabilidad social, que en ocasiones tiene más importancia que la económica.
A nivel personal, la entrega, el trabajo de los voluntarios, ¿qué representa para usted?
— Sobre todo simpatía y un cariño entrañable; verles trabajar, con la alegría que lo hacen, sin menospreciar ningún trabajo, es algo que emociona, demostrando así mismo su amor por un objetivo que ellos han hecho suyo.
Ya en un plano más general, ¿cree que somos generosos a la hora de prestar nuestra colaboración?
— Mucho, pero depende de la simpatía con la que vemos el objetivo que se nos propone; antes dije que lo importante es saber presentar el proyecto y es así, si somos capaces de hacerlo nuestro, nada ni nadie es capaz de frenarnos.
¿Vivimos mirando al prójimo?
— En ocasiones digo que el principal pecado de la humanidad es la envidia, todos estamos pendientes de lo que hace nuestro vecino para hacer como él e incluso superarle; olvidándonos de que lo importante es vivir sin rencores ni envidias, ser uno mismo, porque el bienestar y la felicidad depende de ser tal como eres.
En su diario, ¿qué deseo tiene pendiente de realiza?
— Primero acabar el edificio, luego dejar un buen mensaje y un mundo mejor a quienes vienen detrás de mí.
Menorquina de cor, barcelonesa de nacimiento, ¿cómo se define?
— Como barcelonesa de nacimiento, menorquina de adopción y española por convencimiento.
El mundo está a punto de explotar; después de tantos años de existencia no hemos aprendido a compartir. ¿Qué nos ocurre?
— Que somos incapaces de llegar a acuerdos mínimos, que no sabemos compartir, que los razonamientos lógicos no nos convencen, que no hemos aprendido ha valorar la paz y vivir en concordia y fraternalmente.
¿Aprenderemos?
— Sí, siempre y cuando aprendamos a respetarnos y a ser tolerantes.
Y a la vida, ¿qué le pide?
— Acabar tranquilamente y poder dejar un mundo mejor.
8 comentarios
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Derecho de uso???? yo no lo he visto en ningun sitio. No he visto que el concurso de usos sobre la Isla del rey se haya hecho. Me parece muy bien todo lo que se está haciendo, pero no hay un derecho real sobre la Isla. Por cierto, las bodas que se hacen en la Isla son legales??? ojo con este tipo de eventos... a ver si al final tendrán algun problema de los gordos.
Colectivos okupas ilegales?. Usted no sabe de que habla. Vaya a visitar la Isla del Rey y al menos no hara el ridiculo diciendo cosas de las que no tiene ni idea.
Claro que tienen derecho!. Igual que lo tiene Vd. Recuerde que es un espacio publico, municipal (como Es Freginal, por ejemplo). Precisamente los voluntarios de la Fundacion lo estan recuperando, para que TODOS incluido Vd. puedan disfrutarlo en condiciones como ya hacen los miles de visitantes que a lo largo del año van a conicerlo. Ademas: La Fundacion tiene un convenio con el Ayuntamiento, desde hace 10 años, que les autoriza a la actividad que llevan a cabo. No se olvide que se han hecho trabajos por valor de varios millones de euros (y no aportados por la administracion, precisamente). Quien habria podido cargar con este coste, de no haber sido por la Fundación Hospital de la Isla del Rey?. Pues eso. Usted quejese ahora, que luego podra disfrutarlo gratis sin haber movido un solo dedo (ni puesto 1 €), pero sera gracias a los voluntarios que ahora tanto critica. Pais de envidiosos, este.
No tiene usted ni idea de lo que habla. Estos 120 voluntarios son los que acuden todos los domingos del año, haga frío o calor a aportar su granito de arena con su esfuerzo porque creyeron en un proyecto de recuperación de un espacio cargado de historia y que era un escaparate vergonzoso para quienes entraban en Menorca por mar. El trabajo de estos voluntarios ha fructificado consiguiendo que un estercolero recupere poco a poco la decencia de ser un referente de lo que un grupo de amigos, amantes de Menorca y de su historia van consiguiendo poco a poco. Los miles de visitantes que visitan la isla cada año se van entusiamados y tramiten a sus amistades que hay otra parte de Menorca que hay que visitar. Los voluntarios, menorquines, forasteros, extranjeros, todos unidos en la ilusión de que algún día la isla consiga recuperar todo su esplendor, en homenaje a los que allí sufrieron y a los que allí trabajaron para aliviar estos sufrimientos. Seguramente pocos de los voluntarios no llegarán a verlo, pero en cada piedra, en cada esquina, habrá un recuerdo de su esfuerzo. Un pedazo de nuestra historia abandonado es ahora reconocido por los ingleses al otorgarle al Sr. Alejandre la máxima distinción que el Gobierno Británico puede otorgar a un extranjero, la Orden del Imperio Británico por su labor en la recuperación del hospital de la Illa del Rei. extensiva a los voluntarios. Son sólo 120 ojalá fueran miles.
Hay otros colectivos okupas iguales al suyo que no tienen reconocimiento, todo lo contrario, se les echa a patadas. recuerden que no tiene el derecho legal de uso de la Isla
La recuperación de un espacio público como la Illa del Rei a través del voluntariado nos dice como unos pocos hacen tanto,y nos demuestra que cuando a las cosas se les ponen ganas, salen y van saliendo y uno u otro día veremos realizado un gran proyecto, a base de trabajo e ilusión, ne cesitamos más locos voluntarios para la Illa del Rei
Espectacular el trabajo que realizan en la Isla del Rey. Se demuestra como el voluntariado, aun con pocos recursos, recuperan este importante espacio para todos los menorquines. Otras colectivos siguen el ejemplo (caminos rurales, molinos, etc..). Enhorabuena.
Entrañable como persona y técnica y gestora de primer orden.Es un lujo que esta menorquina de adopción sea la presidenta de la Asociación Illa del Reí.Gracias por su labor.
Señora, el recnocimiento se otorga, no se pide. Al igual que el respeto se gana, no se pide. Y si no tienen más reconocimiento, es porque a la mayoría le da igual lo que hagan en ese trozo de tierra. ¿A 120 Personas de una población de 80.000 lo llaman fenómeno sociológico? Van ustedes con los humos muy subidos.