Visita de obras. El presidente de la APB, Alberto Pons, visitó ayer junto a la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, las obras de ampliación de la zona de atraque del muelle de Ponent de Maó, que permitirá amarrar cruceros de 250 metros | Javier Coll

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El solar donde se ubicaba la planta de CLH en Cala Figuera albergará un centro comercial y un parking. Son los planes de la Autoridad Portuaria de Balears (APB) que tiene previsto sacar a concurso este mismo año el proyecto para habilitar una marina para 'megayates' y embarcaciones de lujo en la cala del puerto de Maó.
El presidente del ente portuario, Alberto Pons, avanzó ayer que la adquisición de los terrenos se aprobará en el consejo de administración que se celebrará a final de mes (un error administrativo «tonto» impidió que se aprobase en el celebrado el pasado jueves) y concretó que la marina tendrá capacidad para unas 150 embarcaciones: «Habrá que buscar el equilibrio entre los barcos de mayor eslora, que lógicamente ocuparán una manga mayor y otro tipo de embarcaciones».
Pons explicó que en paralelo se habilitarán unos servicios que «tienen que estar a la altura» de una marina pensada para clientes de lujo y beneficiar también a la ciudad: «El proyecto será otra palanca para este puerto», manifestó. Los planes del ente portuario, que dará la máxima libertad a las empresas que opten a la construcción para que propongan infraestructuras y costes, marcan 2016 como el horizonte más cercano para que la marina y los servicios anejos sean una realidad.
En un principio el ente tenía la esperanza de que los grandes yates pudieran llegar al puerto este mismo año, pero Pons calculaba ayer que, si el concurso sale este año, como prevén, «hay que contar un año para que la empresa realice las obras en tierra y sobre el mar, por lo que esperamos que esté lista para la temporada de 2016».
Tras la presentación de una revista sobre el puerto, el presidente de la APB explicó que «nos estamos volcando en este puerto» y consideró que «en breve veremos los resultados». Pons entendió que el puerto de Maó «tiene que ser una referencia a nivel internacional».