Representantes del Consell y del colectivo ciudadano se reunieron ayer por segunda vez | Javier Coll

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Así como la primera reunión fue satisfactoria para la Plataforma contraria a la reforma de la carretera general y vislumbraba cierta predisposición de ambas partes a consensuar posturas, el encuentro celebrado ayer no satisfizo al colectivo ciudadano.

«A diferencia de la primera toma de contacto, en esta ocasión el Consell no ha mostrado intención alguna de cambiar nada del proyecto», señala uno de los representantes del grupo ciudadano, Miquel Camps. En este sentido, el colectivo considera que modificar o no el proyecto es solo un tema de «voluntad política», cuando el presidente del Ejecutivo insular, Santiago Tadeo, «nos remite a los técnicos,». Añade que « pedimos un diálogo a otro nivel, debe haber un acuerdo social antes de entrar en el debate técnico».

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A diferencia de las declaraciones de la plataforma, el Consell avanza que «no cerramos la puerta a nada» y mientras que las modificaciones avalen un proyecto de futuro, cualquier mejora paisajística y medioambiental se puede tener en cuenta, siempre que los cambios no sean sustanciales» y añade que «hay margen para el consenso». Tadeo derivó estas mejoras al proyecto de la empresa ganadora, que «ya contemplará algunas modificaciones a sumar a las planteadas por la Comisión Balear de Medio Ambiente». No obstante, hay que esperar a que el proyecto sea firme.

El Consell entregó al colectivo un informe elaborado por el redactor del proyecto Rodrigo del Pozo que analiza y compara las dos propuestas. Y aunque aún no lo han analizado detenidamente, para el colectivo ciudadano, el documento «justifica el proyecto del Consell».

Y aunque Tadeo propuso una nueva reunión con Del Pozo para mañana, Miquel Camps señala que no se llevará a cabo si el Consell no manifiesta una voluntad política. Además, el presidente del Ejecutivo insular avanzó que también mañana se les hará entrega de un nuevo informe elaborado por un ingeniero independiente para que se analicen las propuestas. «Nos leeremos todo cuanto nos manden, pero no tenemos ninguna esperanza de que el diálogo sea posible», por eso, se mantienen todas las acciones inicialmente previstas por colectivos como el GOB, y el contencioso seguirá su curso.