Villalonga recuerda, además, que para los propios Ayuntamientos el compost es una buena opción, ya que de este modo el material producido en Milà pueden aprovecharlo para abonar sus zonas verdes.
Ratificada la apuesta por el compost, el objetivo es mejorar la calidad de la materia orgánica que llega a Milà. Para ello se apuntan tres caminos. En clave municipal, cada Ayuntamiento deberá decidir si mantiene o no la recogida por separado de los residuos orgánicos, después de que Es Migjorn Gran y Ferreries hayan optado por eliminarla.
Servicio insular
En clave insular, el Consorci de Residus Sòlids Urbans plantea poner en marcha una recogida selectiva en puntos de gran producción de restos orgánicos. Básicamente, restaurantes y hoteles. Se pretende llegar a acuerdos con estos establecimientos, con el fin de que dispongan de un contenedor exclusivo para la materia orgánica que recogería un servicio específico. Serían los trabajadores de este servicio los que controlarían que el contenedor no contuviera desechos no orgánicos que pudieran contaminar el resto de material. Incluso se contemplaría la posibilidad de sancionar a quienes no separaran correctamente los residuos.
El tercer camino es la reiteración de uno que ya se aplica en la actualidad, y es seguir utilizando los restos orgánicos de buena calidad para crear un compost conocido técnicamente como de nivel A, que puede ser utilizado en explotaciones agrícolas. El objetivo sería poder aumentar la materia primera que genera el compost, y es aquí donde entran los residuos orgánicos recogidos en restaurantes y bares.
De este modo, se conseguiría hacer más rentable la producción de compost, ya que actualmente la materia orgánica solamente supone el 2,5 por ciento del volumen total de residuos que entran en Milà. «Necesitamos una planta rentable, y no se pueden pagar cosas que no sirven. A la vez, quien quiera reciclar debe poder hacerlo», concluye el conseller.
1 comentario
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"Quien deba reciclar, debe poder hacerlo". Però a quin món vivim! En la majoria dels casos hauria d'estar obligadíssim i punt. Simplement hi ha que adaptar-se i fer les coses bé. A vegades fa empegueir viure en una societat que no mira pel seu entorn, que és el que li dona de viure en tots els sentits. Amb frases així, sembla evident que el conseller no recicla gaire...
Això són passes en una molt bona dirección. Un bon reciclatge és essencial i hem d'aprendre a fer-ho be.