Ya se ha acabado uno de los periodos de vacaciones más convulsos que se recuerdan para los profesionales de la comunidad educativa de la Isla. Los docentes vuelven hoy a sus puestos de trabajo con la vista puesta en el viernes 13, día para el que está previsto el inicio de la actividad lectiva, es decir, la incorporación de los alumnos a las aulas.
El malestar de buena parte de la comunidad docente no se ha calmado durante el mes de agosto, más bien todo lo contrario, después de que el periodo oficial de vacaciones comenzara con la notificación a los tres directores de los institutos de Maó de su suspensión cautelar de funciones y sueldo, motivada por la apertura de un expediente a causa de su actitud en el proceso de aplicación en sus centros del decreto para el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) promovido por el Govern.
El enfado en estos tres centros de Maó, y la comunidad docente en general, ha aumentado durante los últimos días, concretamente cuando a mediados de la semana se notificó a sus directores que no podían incorporarse a sus puestos de trabajo ni en calidad de docentes, y este mismo fin de semana cuando la Asociación de Inspectores de Educación de Balears (ADIDE) desmontó a través de un comunicado la versión que la portavoz del Govern, Núria Riera, ofreció el viernes sobre el origen de la tramitación de los expedientes.
El viernes, Riera dijo que los expedientes se abrieron en base a unos informes de Inspección Educativa, pero en su comunicado ADIDE deja claro que "ningún inspector ha efectuado propuesta alguna de apertura de expediente disciplinario a ningún director de centro docente". Cabe recordar que los expedientes se abrieron a una velocidad de vértigo, puesto que los tres directores entregaron el martes 30 en la Conselleria de Educación sus cartas de respuesta al requerimiento de introducción de enmiendas a sus proyectos TIL y al día siguiente se daba a conocer su suspensión a causa del contenido de las mismas. En apenas unas horas. ADIDE remarca que la adopción de medidas como la suspensión cautelar o la apertura de expedientes recae en los directivos de la Conselleria.
Los tres directores afectados guardan un lógico y prudente silencio. Aún así, no pueden esconder que todo lo que se está conociendo estos días, tanto el hecho de que deben quedarse en casa como la versión de los hechos de los inspectores, no hace sino incrementar su sensación de que se ha cometido una gran injusticia con ellos, algo por lo que están realmente afectados. Consideran que el daño que se les está ocasionando es muy grande desde el punto de vista moral y profesional, y dudan de que puedan ser compensados por ello.
Mientras tanto, los directores expedientados, Margarita Seguí del IES Joan Ramis i Ramis, Rafael Andreu del IES Pasqual Calbó i Caldés, y Jaume Bonet del IES Cap de Llevant, no están de brazos cruzados. El pasado lunes registraron en la Conselleria de Educación un recurso contra su suspensión cautelar, basado en el contenido de unos informes jurídicos facilitados por una tercera entidad. También perfilan las alegaciones que presentarán ante el instructor de sus expedientes, el inspector Ramón Mestre, en cuanto este se desplace a la Isla para iniciar el procedimiento y tomarles declaración, algo que está previsto para la primera quincena de este mes y para lo que no hay de momento fecha establecida.
Continúa la confusión
Finalmente, y para acabar de caldear los ánimos, continúa la confusión sobre la aplicación del decreto TIL en el seno de los equipos directivos de los institutos con director expedientado. En uno de estos tres centros, a los que se han impuesto las enmiendas vía BOIB, se le ordena realizar en inglés una asignatura para la que no tienen profesor cualificado (por eso, en parte, se rechazó). Como la Conselleria de Educación no piensa despedir a nadie, tocará aplicar el decreto e impartir la asignatura en castellano y catalán de forma equilibrada, y no saben muy bien cómo.
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