La compañía Ryanair no clarificó ayer si operará en Menorca este invierno y se limitó a señalar, a través de su gabinete de comunicación en Dublín y su agencia de prensa en España, que "la programación de vuelos desde Maó para la próxima temporada no está finalizada todavía".
Un escueto comunicado de la aerolínea que en principio no hace presagiar el abandono de las rutas con Barcelona y Valencia, sino que apunta hacia una estrategia de la empresa de no dar a conocer aún su programación, que estaría confeccionándose. No obstante, el hecho de que otras compañías permitan hacer reservas en sus webs para los meses de invierno y que Ryanair no tenga vuelos operativos a partir del 25 de octubre (Valencia) y el 5 de noviembre (Barcelona) ha encendido todas las luces de alarma.
Y es que la 'low cost' irlandesa podría abandonar el mercado menorquín sin tiempo para reaccionar. Además, ya a principios de este año Ryanair cerró rutas en Bilbao y en Asturias y amenazó con una reducción de 5,4 millones de pasajeros en toda España por el incremento de las tasas aeroportuarias.
La aerolínea que preside el polémico Michael O'Leary lanzó un órdago a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y anunció a finales de 2012 que reduciría un 12 por ciento sus vuelos en todo el país si el ente mantenía la subida de tasas. Y los mayores recortes se anunciaron en los aeropuertos en los que AENA ha implantado un incremento más alto, entre ellos El Prat, en Barcelona.
En mayo pasado O'Leary viajó a Madrid para presionar al Gobierno español y evitar dicha subida, apelando a la principal industria, el turismo, y declaró que AENA "impone una barrera de entrada al país cada vez más cara". La subida de tasas aeroportuarias se aprobó en el último Consejo de Ministros del curso político, el pasado día 2, y supone un incremento de la tarifa por el aterrizaje de los aviones que en el caso de Madrid y Barcelona es del 8,5 por ciento; también sube un 8,5 por ciento el precio que las aerolíneas han de pagar por cada pasajero transportado.
La consellera menorquina de Turismo, Salomé Cabrera, declaró ayer que su departamento y el de Movilidad realizan un seguimiento de esta cuestión y se esperan datos del Aeropuerto sobre las previsiones para este invierno para, en la medida de lo posible, avanzarse a las decisiones que pueda tomar Ryanair.
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