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El presidente de la asociación ACCESO, que agrupa a 27 empresas menorquinas de tecnología, no comparte los planes del Consell para el desarrollo de la red de fibra óptica, que representa uno de los proyectos más importantes para la economía insular. Su presidente, Santiago Barro, considera que la inversión de 7 millones va a servir para crear una red troncal de Maó a Ciutadella, que conectará las administraciones y los servicios públicos, pero no los particulares y las empresas. "Entiendo -comenta Barro- que el Consell aprovecha la oportunidad de un proyecto de autoprestación, dotado con una ayuda de 7 millones de euros, y que le permitirá reducir sus costes, sin embargo el gran fallo es que primero es la administración en lugar de la sociedad civil". Asegura que "el impacto económico de conectar las empresas y particulares a la fibra óptica es muy superior al ahorro que se va a producir en el gasto público".

El presidente de ACCESO lamenta que el Consell y la compañía Telefónica no alcanzaran un acuerdo para cooperar en la extensión de la fibra óptica. "Telefónica -explica- ya cuenta con una red troncal y se podía extender a un 80 por ciento de las empresas y hogares de la Isla en medio año, lo que hubiera representado estar a la cabeza en nuevas tecnologías en todo el Estado y ahora me temo que vamos a situarnos a la cola otra vez".

El Consell ha previsto que en 2014 se podrán llevar a cabo las acometidas a particulares, una previsión que Santiago Barro no se cree. "Nunca se cumple el plazo en una obra pública- argumenta- por lo que creo que será ya en 2015 0 2016, con lo que habremos perdido una gran oportunidad". En su opinión, "los cambios en la tecnología son tan rápidos que en dos años estaremos desfasados".

La opción de Telefónica presentaba un riesgo: el monopolio a los diez años de iniciar el servicio. Este temor podría ser el motivo de que el Consell no haya alcanzado un acuerdo con Telefónica para aprovechar su red troncal e invertir los 7 millones en la extensión a particulares. Santiago Barro opina que el problema puede ser que no haya operador alguno interesado en el negocio de la fibra óptica particular por el pequeño volumen potencial del mercado en Menorca. Insiste en que "no deja de ser ridículo que pasemos de no tener infraestructura a contar con dos redes troncales y sin conectar a los particulares y las empresas". La idea de que Menorca puede ser competitiva en nuevas tecnologías, porque la insularidad no importa, se cuestiona por el retraso de la conexión a la fibra óptica.

Santiago Barro también lamenta que las patronales de PIME, a la que pertenece la asociación, y CAEB "no hayan defendido con suficiente energía la apuesta por las nuevas tecnologías, lo que frustra las expectativas del sector empresarial de la Isla".