Un boquete de emociones

La iniciativa ha sido acogida con gran entusiasmo por parte de los internos, según explicaron ayer el propio Mascaró y el director de la prisión, Alfredo Fernández. Ambos presentaron este proyecto en el Consell insular, en presencia de la consellera de Cultura, Patrimonio y Educación, Maruja Baíllo, quien relató que la propuesta nace a raíz de una petición de colaboración cultural efectuada por el director del centro penitenciario al Consell. La consellera apuntó que el objetivo es fomentar la creatividad de los internos, facilitando así su reinserción social.

Un puzzle de pared
Tras varias visitas a la prisión, tanto de la consellera como de Carles Mascaró, surgió la idea de que el pintor dirigiera y ayudara a decorar el muro de un patio interior, en una zona de transición y distribución del centro penitenciario. "No es un pared plana o lisa, hay una ventana, una pared oblicua, es un verdadero puzzle. Cuando el director me ofreció este espacio pensé que estaba poniendo a prueba mis cualidades como pintor, pero ahora pienso que el lugar está muy bien escogido", explicó el pintor. Mascaró ya ha colaborado de forma altruista en anteriores ocasiones con entidades sociales como Proyecto Hombre, Caritas y la Asociación Española Contra el de Cáncer, entre otras, por tanto, este nuevo reto lo asume, resaltó, con gran ilusión.

Satisfacción
"Cuando visité el patio a conocer a los internos y el director les explicó el proyecto en ellos una enorme y expresiva cara de satisfacción. En ese momento, supe que tenía pagado con creces el tiempo y el esfuerzo que dedicaré al proyecto", añadió. Tras mostrase gratamente sorprendido por lo visto en la prisión y agradecido por las facilidades dadas por el director del centro, el artista explicó que ya ha contactado con diversas tiendas de suministro de pintura de la Isla para que se sumen a la iniciativa y aporten material, aunque el mismo pintor incorporará herramientas de su propio estudio.

"Personalmente considero que lo más importante es el medio, no el fin. Valoro más lo que puedan disfrutar los internos embadurnando la pared que la calidad estética final, aunque intentaré que sea la más alta posible no sea que el director luego se enfade", dijo con una sonrisa. "Me dará la oportunidad de ayudar a los reclusos a que intenten soñar con los colores en sus horas de esparcimiento", aseveró.

Relación con la sociedad
El responsable de la prisión, agradeció la desinteresada colaboración prestada por Carlos Mascaró y por el Consell, y apuntó que la iniciativa es un primer paso hacia una colaboración más profunda entre la prisión y la sociedad menorquina en general. Al respecto, cabe destacar que la Escola d'Art Dramàtic representará en la prisión un obra teatral al final del próximo curso académico. "Queremos que esta actividad se desarrollo dentro de un taller de formación de pintura y sea útil a los internos para su reinserción en la sociedad. Además queremos quitarle un poco de gris al patio", comentó.

"Será un privilegio y un lujo para el centro penitenciario y para los internos contar con las enseñanzas de un pintor de talla internacional como es Carles Mascaró. Lo importante también será el contacto con los internos más que la pintura en sí", destacó. Fernández explicó que la actividad será de carácter voluntario y que son muchos los internos "ilusionados" con este proyecto.

70 internos
En la actualidad, el centro penitenciario de Menorca acoge aproximadamente a 70 internos entre los que hay población reclusa femenina y masculina. El director apuntó que en la decoración del mural participarán todos los voluntarios (hombres y mujeres) que estén interesados en la iniciativa.

Una gran ventana al exterior de la prisión en tres dimensiones

El pintor Carles Mascaró ya ha realizado un boceto de la pintura que decorará el patio interior de la prisión. Su dibujo ha sido aprobado por Instituciones Penitenciarias y mostrado a los propios internos para que se hagan una idea de la propuesta del artista. El diseño pretende jugar con la espectacularidad de un mural en tres dimensiones.

"Será como si en el muro de hormigón se abriera un gran boquete con vistas al exterior donde habrá una sucesión de planos. Al fondo habrá una playa menorquina y una zona rocosa, y en el medio del plano habrá un árbol, un pino. Dará la sensación de estar asomado a una gran ventana", explicó Carles Mascaró, quien hizo hincapié en que su intención es que la pintura mural se ajuste verdaderamente a la definición que hace el diccionario de la lengua de este concepto.

"Una pintura con fines estéticos y comunicativos en la que se expresan ideas y emociones y tiene un carácter decorativo. Será una auténtica expresión de emociones", resumió.

Vídeo de la presentación