Sant Diego. Isabel Rodríguez, Valeriano Bozal y Luis Chillida durante la conferencia - Paco Sturla

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"Eduardo Chillida es un escultor original que quiere decir algo concreto y abre un camino nuevo, inexplorado, en el seno de la escultura contemporánea lo que hará que la obra del escultor permanezca y dure". Valeriano Bozal, crítico e investigador de arte, doctor en Estética y catedrático de Arte Contemporáneo de la Universidad Complutense de Madrid, ofreció anoche una conferencia en el marco de la exposición "Chillida, homenaje a Bach. Muestra realizada en Menorca" que se podrá ver hasta el 19 de agosto, justo cuando se cumplirá el décimo aniversario del fallecimiento del escultor, en el Centre de Cultura de San Diego.

Valeriano Bozal, que fue presentado por la regidora de Cultura del Ayuntamiento de Alaior, Isabel Rodríguez, y estuvo acompañado por el hijo de Chillida, Luis, que es codirector del Museo Chillida Leku, escogió la originalidad como una de las perspectivas posibles a la hora de tratar sobre uno de los artistas más destacados internacionalmente en los últimos tiempos. Bozal se remontó a la escultura monumental del siglo XIX para explicar que hasta entonces la obra escultórica estaba marcada por un fuerte carácter narrativo y que siempre era figurativa. Es con Brancusi, concretamente con su obra "El beso", que cambia el sentido de la escultura que pasa a querer emocionar al espectador con los elementos que le son sustanciales a la escultura, es decir la masa, el peso, el volumen y la textura. Brancusi trata su obra desde el bloque y por primera vez las dos figuras permanecerán unidas para siempre. Algunos elementos que introduce Brancusi, como la presencia, el peso y la textura serán referentes para Chillida así como también guarda relativos parentescos con la obra de Julio González quien extiende y dibuja con la forja dejándola, como en el caso de "La Montserrat", hueca. El cubismo, sería otra referencia, pero de donde parte Eduardo Chillida es, como el mismo aclaró, de la estela propia del País Vasco, es decir un elemento preclásico, más primitivo que lo clásico, un elemento que señala un espacio, una dirección, que consagra el espacio sagrado. Para Chillida el trabajo artesano y la naturaleza eran dos referencias fundamentales. El artista trabajó siempre las series que Bozal concreta en las estelas, los yunques, las casas y las tierras o "lurras" a las que añadió, y dijo que para él eran las más importantes, el rumor de límites y puso como ejemplo el rumor del mar y el rumor del viento que chocan con el hierro hincado en la roca en "El peine del viento", una de las obras más reconocidas de Chillida, que se encuentra en la playa de la Concha de su ciudad natal, San Sebastián.

Valeriano Bozal puso de relevancia el modo en que Chillida "nos hace ver la naturaleza, y cómo despierta en nosotros la necesidad de ver la tierra en su obra, el paisaje. La belleza de estas piezas (dijo refiriéndose a las "lurras" que el escultor hizo en su casa de Quatre Vents d'Alcalfar, seis de las cuales se encuentran en la exposición), es que nos hace ver la tierra, desde entonces yo miraré distinto la tierra". Chillida, del mismo modo, apreciaba en gran manera el trabajo artesano, cómo se hacía la materia propia y la dominaba hasta la perfección.

Las casas, o moradas, son otra de las grandes series de Chillida y que también están presentes en la exposición, como la fotografía de la casa del músico Bach. Valeriano Bozal dijo que Chillida había empezado a trabajar con el mármol y el alabastro a comienzos de los años 60 y fue trabajando con la luz en el interior de estas obras, cómo aumentó la complejidad de su trabajo con el espacio y creó esos recintos que protegen pero que al mismo tiempo están abiertos. El tratamiento del espacio suscitó en Chillida reflexiones filosóficas que le llevaron a interesarse por Heideguer, de quien Bozal explicó que mantenía la idea de que vivimos arrojados a la vida, como en una casa protegida de la que debíamos elevarnos para desvelar nuestro ser. Bozal lo relacionó con la importancia que se le da en el País Vasco a la casa del padre y cómo el hijo, se convierte en persona y sale de ella para tener su propia casa.

Al final de la conferencia también intervino Luis Chillida quien explicó algunas anécdotas de cómo su padre hizo las 54 "lurras" bajo una higuera en la casa de Alcalfar. Luis Chillida participará en una tertulia sobre la vida y personalidad del escultor, será la segunda actividad complementaria a una extraordinaria exposición.