Torralba. La arqueóloga Elena Sintes explicó a los congresistas la excavación realizada en los años 70 - Javier

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Después de dos largas e intensas jornadas del Primer Congreso Internacional de Buenas Prácticas en Patrimonio en Patrimonio Mundial: Arqueología, que se celebra en el Teatre Principal de Maó, ayer los congresistas dedicaron el día a conocer de primera mano el patrimonio menorquín.

Por la mañana visitaron primero el recinto de la taula de Torralba d'en Salort y el poblado talayótico de Torre d'en Galmés. Por la tarde, después de comer en Ciutadella, visitaron las Pedreres de s'Hostal (Líthica) y la Naveta des Tudons. Quedan aún dos días de conferencias, ponencias y presentaciones de pósters de los mayores especialistas mundiales en patrimonio que debaten, de forma crítica, como se considera en cada caso la declaración de Patrimonio Mundial a la que aspira Menorca.

La visita a la Torre d'en Salort de Alaior tuvo como guía a la arqueóloga menorquina Elena Sintes, quien detalló el trabajo de excavación llevado a cabo por Manolo Fernández Miranda en 1976, trabajo que ha permanecido inédito, en forma de manuscrito, hasta que el también arqueólogo Simón Gornés lo adaptó para su publicación hace unos años. La explicación de Sintes se concentró en el recinto de la taula por su enorme interés, el de un elemento simbólico desconocido en el resto del mundo.

Durante la excavación del entorno de la taula se encontraron restos de banquetes en los que se había comido carne y bebido vino como atestiguan restos materiales y cerámica de ánforas de vino que podría haberse ofrecido también como ofrenda.

La taula de Torralba d'en Salort data del siglo IV antes de Cristo, período postalayótico, como explicó la arqueóloga Elena Sintes.

En el poblado talayótico de Torre d'en Galmés la misma arqueóloga explicó el recinto conocido como Cartailhac, del que destaca una casa circular que conserva su estructura original, la única, conocida hasta ahora, que no sufrió modificaciones durante las épocas romana e islámica. La excavación de la casa es especialmente interesante porque fue la primera ocasión en que también se excavaba el patio que la precede. En este patio se encontraron restos de un horno que ha dado pie a conocer muchos aspectos de la alimentación de la época.

El arqueólogo Quim Pons fue el encargado de explicar el resto del recinto de Torre d'en Galmés. Pons dijo que se trata del mejor poblado talayótico, el más grande de Balears, con seis kilómetros de extensión. A lo largo del recinto se encuentran todas las edificaciones que representan un poblado talayótico. Torre d'en Galmés tiene tres talayots, recinto de taula, casas, salas hipóstilas a veces adosadas a las mismas casas, un tramo de muralla, depósitos de almacenamiento (tanto de alimento como de agua) y "cocons", con canales que son un sistema rudimentario para la filtración de agua.

En 1974 Torre d'en Galmés pasó a ser propiedad del Ministerio de Cultura, luego, hasta 1984, se hicieron excavaciones de forma continuada en el recinto de la taula y la zona sur, excavaciones que dirigió Guillem Roselló Bordoy, director del Museu de Mallorca y en las que intervino Lluís Plantalamor, director del Museu de Menorca. Pasado el prolífico periodo, el poblado se abandonó hasta que en el año 2001 el Consell consiguió que el Ministerio les cediese la gestión.

Desde entonces se ha musealizado mínimamente y se han instalado una serie de paneles explicativos. Las excavaciones arqueológicas, como cuenta el especialista, se financian con las ayudas del Consell y los ayuntamientos de Maó y Alaior. Durante el verano, además, alumnos universitarios asisten al campo de trabajo.