La habitual sesión del viernes del Consell de Govern se convirtió ayer en atípica y novedosa. El presidente del Ejecutivo autonómico, José Ramon Bauzá, se reunió con sus consellers en el Ayuntamiento de Alaior siendo ésta la segunda vez que la convocatoria se celebraba fuera del Consolat de la Mar.
El ajetreo que se produjo puertas adentro de las Casas Consistoriales entre reuniones, políticos que iban y venían, jefes de prensa y cámaras no fue percibido en la calle donde los ciudadanos se mostraron mas bien ajenos a la visita, con excepción al despliegue de fuerzas de seguridad que no pasó desapercibido entre aquellos vecinos que transitaron por el centro del pueblo.
El Ayuntamiento de Alaior aprovechó el desplazamiento de los consellers para mantener una reunión conjunta con todos los partidos políticos con representación municipal. Posteriormente, fueron solo los concejales con cartera los que tuvieron la oportunidad de entrevistarse con su homólogo en el Govern y plantearles dudas, incógnitas y temas municipales aún en el aire.
Así, y respecto a la solicitud de modificar el régimen de las viviendas de protección oficial levantadas en la calle Menorca, el Govern anunció que en breve será cambiada la adquisición por compraventa por la de alquiler. También se concretó para hoy una visita del conseller de Medio Ambiente, Gabriel Company, a las obras de los pluviales. La alcaldesa, Misericordia Sugrañes, matizó que en un plazo de un mes y medio concluirá el proceso de expropiaciones que aún no está arreglado. Otra de las peticiones que se puso sobre la mesa fue la revisión del centro sanitario Es Banyer para posibilitar una actuación en la planta baja. También se trató la agilización de proyectos que están estancados en la Comisión de Medio Ambiente y se solicitó una orientación para involucrar al Estado y fondos europeos en la protección de espacios medioambientales.
Las reuniones prosiguieron en Ciutadella. Esta vez, entre el alcalde José María de Sintas y el presidente Bauzá. El primer edil anunciaba ayer que "no se han producido reclamaciones concretas" sino que se plantearon preocupaciones tan reiteradas como los necesarios duques de alba en el puerto de Ciutadella. Aunque el Ayuntamiento solicita dos líneas con cuatro duques de alba a cada lado del muelle, cuyo coste es de ocho millones de euros, espera que "por lo menos se instale una línea de duques de alba de cara al próximo año". A pesar de tratar esta necesidad, De Sintas es consciente de que tanto el conseller como el presidente conocen el problema y están trabajando en ello para encontrar una solución. Asimismo, también se puso sobre la mesa la deuda pendiente en el ámbito social, en concreto, con el patronato del Hospital al que se le adeudan unos 300.000 euros que se remontan a los últimos meses de 2010 y 2011.
El presidente del Govern también mantuvo un encuentro con el obispo, Salvador Giménez Valls, quien agradeció la deferencia de Bauzá de querer conocer su residencia. Disertaron durante más de una hora en la que intercambiaron opiniones sobre la iglesia, la enseñanza y la crisis, entre otros aspectos, "en un ambiente muy cercano y distendido, hemos pasado revista a todo", apuntaba el obispo. Salvador Giménez destacaba ayer su sorpresa ante un presidente "que ha mostrado pleno interés en conocer la situación de la iglesia y las preocupaciones que giran entorno a la sociedad".
Por otra parte, el vicepresidente económico, Josep Ignasi Aguiló, y los consellers Gabriel Company y Simón Gornés también aprovecharon la jornada para reunirse con miembros de la junta local de Maó mientras que el presidente José Ramon Bauzá mantuvo con el partido una cena de compañerismo.
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