El aumento de la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en 498.000 euros por encima de lo previsto a raíz del incremento aprobado por el Gobierno central servirá en el Ayuntamiento de Maó para pagar facturas pendientes. El equipo de gobierno informó ayer que la aplicación del Real Decreto Ley 20/2011 de medidas urgentes se destinará a agilizar el pago a proveedores "salvo sorpresas". En total el Consistorio ingresará por IBI este año 13.394.707 euros un 4 por ciento más que el año anterior y el tipo impositivo queda fijado en el 0,72 por ciento.
La alcaldesa Águeda Reynés quiso dejar constancia de que la medida aprobada por el Gobierno para cumplir el objetivo de estabilidad presupuestaria no es del agrado del equipo de gobierno local, porque en la campaña electoral se había comprometido a congelar este impuesto. No obstante, remarcó que gracias a la contención aprobada el pasado mes de noviembre por el Ayuntamiento, al rebajar del 0,73 al 0,68 por ciento el tipo impositivo, el impacto de este incremento ha sido menor. Además, destacó que una cuarta parte de los recibios del IBI quedan exentos de la subida impuesta por Madrid, aquellos que se refieran a fincas con un valor catastral inferior a 66.851 euros. En total la medida afectará a 5.075 contribuyentes.
Presión fiscal
Así, los vecinos de Maó tendrán que pagar ahora sólo un 4 por ciento más en su recibo en lugar de un 11 por ciento, porcentaje éste que según el teniente de alcalde, Salvador Botella, hubieran tenido que hacer frente con la presión fiscal aplicada anteriormente por el PSOE. "El tipo impositivo de 2012 queda en el 0,72 por ciento, y es una prueba clara de que gracias a aquello que criticó tanto el PSOE, y por lo que nos acusaron de irresponsables, los ciudadanos tendrán que soportar una presión fiscal superior a la que hubiéramos deseado, pero infinitamente inferior a la que habrían tenido que hacer frente si no hubiéramos aplicado aquella medida", advirtió.
El Ayuntamiento informó igualmente sobre la modificación del período de cobro, con la inclusión del fraccionamiento del pago en ocho mensualidades a partir del mes de mayo con el objetivo de agilizar la administración y proporcionar liquidez a la tesorería municipal. El período voluntario de pago del IBI y del impuesto de vehículos será del mayo a julio. El cuadro que acompaña esta información detalla las novedades introducidas este año en el que se mantienen las bonificaciones del 3 por ciento para los recibos domiciliados.
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