Pisos. El precio de mercado de la vivienda baja, pero el valor catastral de las casas sigue en aumento - Javier

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Este año se cumplen los diez años de la última revisión catastral realizada en Ciutadella, municipio donde el equipo de gobierno tiene intención de congelar el tipo actual del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), del 0,68, si la situación económica lo permite.

Mientras, con el peor escenario económico, en Ponent se aguarda la elaboración de una nueva ponencia que actualice los valores inmobiliarios, en la capital de Llevant, Maó -que en la última década siempre tuvo un tipo impositivo más alto que Ciutadella-, el nuevo gobierno del PP intenta amortiguar la presión fiscal con poco margen de maniobra. Y es que la revisión de 2004 (con efecto desde 2005) multiplicó por tres, en términos generales, el valor de las fincas del municipio.

Ahora, siete años después de esa última revisión y con la bonificación reducida al 30 por ciento y la base liquidable del impuesto en aumento, los vecinos de Maó se preparan para pagar el IBI sobre el total del valor de sus inmuebles. Y el Ayuntamiento, gobierne quien gobierne, sólo puede modificar el tipo impositivo, sin que eso tenga un efecto homogéneo sobre las 19 zonas urbanas en las que está dividido el municipio y afrontando una caída de ingresos.

La casuística es demasiado amplia, y dentro de cada polígono existen diferentes grupos y usos como para que el tipo del IBI repercuta por igual, todo depende de la base liquidable que resulta de la valoración catastral y la bonificación que se aplica, que desciende a medida que pasan los diez años desde la última revisión.

¿Y qué influye en el valor de una finca? "La variación más importante se debe al suelo, el valor del terreno es clave, y también sobre cuántas viviendas repercute", explicó ayer uno de los técnicos consultados por este diario.

El cálculo es complejo, con la introducción de diferentes coeficientes correctores, pero en líneas generales el suelo -que incluye las características de la zona-, el tipo de edificación, su estado de conservación y la superficie construida son los elementos básicos para determinar la valoración catastral. En un momento como el actual, donde el precio de la vivienda cae, no parece lógica la actualización al alza de esos valores.

"La valoración intenta siempre aproximarse a la mitad del valor del mercado y por ley, nunca puede ser superior a ese valor", apuntaron los técnicos.