Mientras los mercados especulan, los grandes mandatarios se reúnen y el Consell reabre el debate de la regulación con el desistimiento hoy, por vía plenaria y con carácter urgente, de la aprobación del Plan Director Sectorial de Equipamientos Comerciales, en la calle la realidad es dura.
La crisis económica que irrumpió en 2008 se está cebando con el tejido comercial minorista insular y lo está haciendo a un ritmo creciente, al menos hasta el año pasado.
Según revela el último número del Anuario Económico de la Caixa, en 2010 el número de comercios minoristas se redujo un 12 por ciento, 295 menos, una cantidad muy superior a los 205 que se perdieron en 2009 (7,7 por ciento) o los 105 de 2008 (3,8 por ciento).
Maó y Ciutadella capitalizan el grueso de la merma comercial minorista. De un año a otro, la ciudad de Llevant pasó de contar con 1.020 establecimientos de venta al cliente final a 882, 138 menos, a los que hay que sumar los 107 menos de Ciutadella. En total, 245.
El resto de la pérdida se reparte de forma más o menos equitativa entre los otros seis municipios de la Isla. Se da la circunstancia que las dos grandes poblaciones de Menorca aguantaron bien el arreón en 2008, manteniendo intacto su número de comercios minoristas, al contrario de otros municipios menores donde los inicios de la crisis económica fueron un vendaval para después verse inmersos en un goteo de cierres, en general, más moderado.
El dato tiene su equivalente en los comercios mayoristas, que en cinco años han pasado de 373 a 337, con un descenso del 9,6 por ciento.
Menos industrias y más restauración en un lustro
En cuanto a otras actividades económicas, el Anuario Económico de la Caixa echa la vista cinco años atrás, cuando la crisis aún no se intuía. Aún así, el estudio revela un descenso del 16,4 por ciento en el número de industrias y empresas de la construcción, con especial castigo para Es Castell, Sant Lluís y Ciutadella.
El dato positivo, el único, es para Ferreries, que tiene diez empresas más que hace un lustro. Por lo que respecta a los bares y restaurantes ha habido aumento en los últimos cinco años, concretamente un 10,6 por ciento. Sólo dos poblaciones pierden establecimientos donde comer o beber, son Ferreries y Es Migjorn Gran.
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