La playa de Son Bou aún se desperezaba, con la mirada puesta en una nueva jornada de sol sin incidencias. Los madrugadores, que huían de las aglomeraciones, paseaban zapatos en mano y sin estrés, y las empresas de ocio preparaban sus negocios para abordar un fructífero día caluroso.
Pero esta reinante tranquilidad pasó a tensión cuando una llamada del supervisor de la playa, a las diez de la mañana, daba la voz de alarma y activaba el protocolo de emergencias ante una grave colisión entre dos embarcaciones a unos 200 metros de la orilla.
El humo que empezó a originarse en la barca de recreo alertó de las complicaciones que podría conllevar este suceso. Diez heridos, cuatro de ellos graves con un óbito incluido, fue el resultado de la operación.
Aunque algunos bañistas no daban crédito a lo que estaba sucediendo, con rostros de preocupación al presenciar tal despliegue de efectivos, sólo se trataba de un simulacro organizado por la Dirección General de Interior, Emergencias y Justicia del Govern de las Illes como puesta en práctica de los mecanismos de coordinación y colaboración entre organismos, evaluación de los procedimientos del plan de salvamento y evaluación del estado del material.
Es el primer simulacro de salvamento marítimo que se celebra en Balears y Son Bou ha sido la playa elegida por "su categoría de alto riesgo, su gran apertura, su extensión y la corrientes submarinas" según explicó la directora general de Emergencias, Isabel Febrer.
El simulacro llegó a movilizar a una treintena de personas entre socorristas, efectivos del SSG y SAMU, Salvamento Marítimo con la implicación de la embarcación "Antares", Policía Local de Alaior y Protección Civil de Alaior y Es Castell y técnicos de la Dirección General de Emergencias.
El accidente fue provocado por la colisión entre una barca de recreo y la embarcación de ocio 'Banana'. Aunque todos los efectivos estaban avisados de este ejercicio existía aún una importante base de incógnita e improvisación. Y es que los socorristas desconocían el alcance de la gravedad de las víctimas. Ahí recaía la importancia del simulacro, conocer con qué eficacia los efectivos seleccionaban las víctimas y las evacuaban según su grado de afectación.
Los socorristas intervinieron con la embarcación de salvamento y una moto acuática. La primera víctima fue rescatada tan sólo cinco minutos después del siniestro, se traba de un parada cardiorrespiratoria que, después de la intervención de efectivos sanitarios, acabó en óbito. La ambulancia llegó al lugar del siniestro tan solo diez minutos después del accidente. Entre los heridos hubo además un quemado en un brazo, dos politraumatismos, contusiones y ataques de ansiedad.
42 minutos después, la fase de agua había sido completada y tan solo quedaba finalizar con los traslados o las curas en tierra. Por su parte, Salvamento Marítimo con "Antares" realizó los trabajos de extinción del incendio y procedió a retirar las dos embarcaciones afectadas.
El director del simulacro, Joan Pol, destacó la rapidez con la que actuaron los efectivos y la buena coordinación conseguida. "Habíamos previsto una duración aproximada de rescate de una hora cuando se ha intervenido en un tiempo inferior", señalaba. A pesar de ser un simulacro con múltiples víctimas, Pol indicó que para próximos ejercicios se debería evaluar la organización de los efectivos ante dos accidentes simultáneos en distintos puntos de la playa además de realizar un simulacro sin menos detalles para los efectivos.
Por su parte, el supervisor de socorristas de Son Bou, Iban Palancas, enfatizó que "lo fundamental del ejercicio es la comunicación, por ello, el simulacro ha salido exitoso". Además, valoró la importancia de este tipo de acciones para una correcta coordinación entre los diferentes cuerpos "a lo que no estamos acostumbrados".
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