Aplausos perfectamente audibles a las puertas de la sede del PSOE en Maó certificaban que la agrupación encabezada por Vicenç Tur no está dispuesta a bajar los brazos por los duros resultados electorales.
Siguiendo el ejemplo de la Ejecutiva, la asamblea celebrada anoche en la mahonesa calle Cós de Gràcia se saldó con el apoyo unánime a su secretario general y con la convicción de la militancia de que hay que trabajar duro para recuperar el apoyo perdido.
Rostros relajados y sonrientes- nada que ver con la tensión y la tristeza de la noche electoral- abandonaban la sede socialista cerca de las diez. La reunión se había prolongado por espacio de dos horas con la asistencia de una cincuentena de militantes que tuvieron oportunidad de expresar lo que pensaban. Se insistió en la lectura en clave nacional pero también se entonó el "mea culpa".
"Obviamente, nosotros hemos hecho cosas mal. Se trata ahora de saber cuáles para poder cambiar las cosas", reconocía un dirigente, que no deseó explayarse más, posponiendo las valoraciones a un Tur que debió ausentarse de la asamblea a consecuencia del incendio que arrasó la planta TIV.
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