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Servilleteros, trompetas de fútbol, cacerolas, sartenes, maracas, sonajeros, pitos y hasta un par de bombos. Sirvió todo aquel objeto que produjera ruido. La concentración organizada por la plataforma "Democracia Real Ya" contó con cerca de 500 personas en la plaza Colón de Maó, ayer por la tarde. El espacio se cubrió con pancartas en las que se podían leer lemas como "Somos el pueblo y esta vez os vais a enterar", "Declaramos a los políticos que el pueblo declara ilegal la Junta Electoral", "No es una crisis, es una estafa" o "No hay tanto pan para tanto chorizo", entre decenas de ideas anotadas por los participantes.

Abuelos con nietos, jóvenes, padres y madres y algún que otro turista extrañado se sumaron a la cacerolada en la que, además de protestar por la "irresponsable gestión económica que llevan a cabo los poderes políticos y económicos", también se repartieron panfletos con las propuestas de la plataforma y que van desde la eliminación de los privilegios de la clase política, el derecho a la vivienda, numerosas medidas contra el desempleo o la consecución de servicios públicos de calidad, el control de las entidades bancarias, la fiscalidad, la reducción del gasto militar y la apuesta por las libertades ciudadanas y la democracia participativa.

Algunos de los asistentes quisieron compartir sus pensamientos con el resto del público y también se leyó un manifiesto. A las 22 horas, numerosos participantes tenían intención, a título personal y no como plataforma, de acampar en el centro de la ciudad junto con otros ciudadanos de Ciutadella que quisieron unirse a la iniciativa. También acordaron volver a reunirse hoy a la misma hora y en el mismo lugar.

Ciutadella
Separados por poco más de 40 kilómetros pero unidos por el mismo espíritu y las mismas herramientas, palabra y ruido, unas 225 personas se congregaban en la plaza de Ses Palmeres a partir de las 19 horas. Niños muy pequeños asistían divertidos a la concentración en la que jóvenes imberbes se codeaban con personas maduras comprometidas en diferentes causas.

Lemas originales en las pancartas y gritos variados- "No hi ha pa per tants de xoriços", "Arriba las manos, esto es un atraco" fueron de los más coreados- se alternaron con las pitadas, los golpes a cacerolas y un pequeño tambor, con la lectura de un manifiesto y de propuestas. Hubo quien compartió sentimientos y la convicción de que el movimiento ha venido para quedarse.