Cara a cara. Barceló y Tadeo intercambiaron críticas y propuestas en el Orfeón Mahonés - Gemma Andreu

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El cara a cara celebrado ayer entre los dos principales candidatos al Parlament, Joana Barceló del PSOE y Santiago Tadeo del PP, estaba tan extremadamente pautado que no hubo espacio para mucho cuerpo a cuerpo. Cuando se produjo, la socialista estuvo más ágil y desenvuelta ante un rival con menos sentido escénico, parapetado en los principios básicos que intenta transmitir desde los albores de su carrera electoral.

Al debate, celebrado en el Orfeón Mahonés, acudió medio centenar de personas, casi todas miembros de uno u otro partido, profesionales y allegados. Votos decididos de antemano en su práctica totalidad. Cuando se abrió el turno de preguntas del público, el hecho de que integrantes de candidaturas no pudieran intervenir hizo que nadie abriera la boca. No se vio un solo candidato del resto de formaciones políticas que concurren al Parlament.

La estrategia de los dos contrincantes estuvo clara desde el principio. Barceló detalló más iniciativas y propuestas en cada bloque, algunas como continuación de lo ya realizado, aprovechando claramente su condición de consellera de dos ámbitos de gran peso. Tadeo se basó más en principios, en grandes enunciados, en mensajes más claros pero también más abstractos. El popular usó la crisis y las dificultades políticas del Govern (reiteró en numerosas ocasiones el hecho de que no se hayan aprobado los presupuestos de 2011) para atacar, a lo que la socialista respondió siempre con azotes al Govern de Jaume Matas, incluso a Valencia y Murcia, para intentar transmitir la idea de que el PP no es garantía de nada. Tadeo golpeó con los datos del paro, el drama que vive el sector empresarial y el dudoso inicio de la temporada turística; Barceló le rebatió acusándole de falta de propuestas concretas y con una defensa de la labor del actual Ejecutivo balear que, a su entender, merece continuidad.

Joana Barceló empezó fuerte, decidida, con empuje, en el bloque económico, con una larga lista de apoyos, políticas proactivas, acuerdos, impulsos, cambios de normativa, incidiendo en lo que domina, la formación, la intermediación, más proactividad... Santiago Tadeo le puso más pausa, no pretendió decir tantas cosas, pero sí dejarlas claras: el Govern no ha sabido responder a la crisis y hay que apoyar al empresariado. Sabedor de que cerraba el bloque, el popular dejó para el final una bala de éxito asegurado como es la crítica a la falta de soluciones al transporte aéreo.

Pero luego venía el bloque de turismo, por lo que el debate tuvo cierta continuidad y permitió a Barceló contragolpear recordando la fracasada tarifa plana de 27 euros de Jaume Matas. Tadeo tiró de incertidumbre en el sector y promoción turística no traspasada al Consell, para lo que Barceló ya tenía antídoto: "El traspaso no aparece en el programa electoral del PP".

En administración pública y bienestar, Barceló volvió a la retahíla de acciones y propuestas, mientras que Tadeo acudió a su "mantra" de reducción de cargos y gasto corriente, que aderezó con la deficiente financiación por parte del Estado. Luego se enzarzaron en intentar discernir cuál de los dos, si Zapatero o Matas, había sido más nocivo para las políticas sociales.

En cuanto al territorio, Tadeo propuso modificar el PTI en la búsqueda de una protección del medio que no coarte el crecimiento económico, mientras que Barceló defendió a capa y espada la necesidad de preservar el paisaje, como valor económico por sí mismo, y su apuesta por la rehabilitación como alternativa para el sector de la construcción.

Con cifras interpretadas al gusto y dos alegatos finales para salir del paso se acabó la velada.