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La portavoz del Comité de Empresa de Quesería Menorquina, Margot Sastre, ha mostrado este martes su satisfacción tras hacerse pública la decisión de la titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma de aceptar el concurso voluntario de acreedores para la empresa, lo que conlleva que la familia Ruiz-Mateos queda apartada de la gestión de la planta menorquina.

"Es lo que habíamos demandado desde un principio y hace dos semanas que estábamos esperando que se admitiera a trámite el procedimiento concursal. Estamos contentos porque es un primer paso de cara a una posible salida que dé viabilidad a la fábrica", ha señalado a Europa Press la representante sindical.

El auto dictado por la juez nombra a tres administradores concursales que deberán tomar las riendas de la empresa y que disponen de cinco días para aceptar o no el cargo. Se trata del abogado palmesano Joan Boada, el economista extremeño Fernando Bigeriego y el empresario de Alaior Bernardo Luis Mascaró Morera, en representación de los acreedores.

Los administradores deberán examinar los activos y pasivos de la empresa y desbloquear las deudas pendientes y determinar su viabilidad. "Esperamos que acepten el cargo y que comiencen a trabajar lo antes posible", ha indicado Sastre.

Asimismo, la representante de los trabajadores confía en que los administradores concursales se pongan en contacto con el Comité de Empresa. "Queremos que nos escuchen para dar nuestro punto de vista y nuestra opinión ya que somos una de las partes más afectadas", ha apuntado.

"Confiamos en la gestión de los administradores, que entendemos que realizarán un buen trabajo, pero hay que tener en cuenta que los que mejor conocemos la situación somos los propios trabajadores", ha matizado Sastre.

A día de hoy, la empresa adeuda a los trabajadores tres nóminas y algunas líneas de producción continúan paralizadas por falta de materia prima, ha remarcado la portavoz sindical.