El inquieto virus de la foto

Éstas son las primeras elecciones en las que se dejará sentir esta mutación que persigue evitar la incidencia de los poderes públicos en las mismas mediante la realización de campañas institucionales y de inauguración de obras; y de otro, reducir la publicidad y la propaganda electoral durante el periodo electoral.

Para conseguirlo la modificación de la LOREG ha supuesto que la publicidad se circunscriba al periodo estricto de la campaña electoral, por lo que la contratación de la publicidad electoral en los distintos soportes publicitarios solo podrá realizarse en los quince días estrictos de campaña, lo que significa una reducción del peso de la publicidad y propaganda y una mayor incidencia en la exposición y debate de los programas y propuestas concretas que cada partido proponga. Asimismo, extiende la prohibición de contratar espacios de publicidad electoral, hoy vigente para los medios de titularidad pública, a las emisoras de televisión privada.

Si a esta mutación se suman algunas características preexistentes de la LOREG, como son la prohibición desde el día de convocatoria de las elecciones (hoy en Balears) hasta el de votación de campañas puestas en marcha por organismos e instituciones para dar a conocer los logros de su gestión y de actos e inauguraciones cuya intencionalidad sea electoral –no se precisa más, hay que ir caso por caso-, se entiende el empacho de inauguraciones y actos institucionales vividos a lo ancho y largo de la geografía, habida cuenta que la convocatoria de los comicios del 22 de mayo tendrá lugar mañana.

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