Un hombre apareció muerto en el interior de un vehículo en la calle Picasso de Maó en la madrugada del domingo, apuntándose a causas naturales el motivo del fallecimiento, si bien se está a la espera del avance en las diligencias instruidas al respecto, de las que debe hacerse cargo la Policía Nacional.
En este sentido, efectivos de la Policía Local del municipio de Levante fueron los primeros en acudir a lugar de los hechos, según confirmó el director insular de la Administración General del Estado en Menorca, Javier Tejero, aunque una vez realizada la primera intervención, el caso deja de ser competencia suya.
En cualquier caso, parece descartarse una muerte violenta, habida cuenta que, según fuentes policiales, la pareja del fallecido habría apuntado que los días previos al deceso éste se habría quejado de un dolor en el pecho, aunque serán los facultativos los que determinen los motivos concretos del mismo.
Cala en Brut
Por otra parte, el director insular de la Administración General del Estado en Menorca, Javier Tejero, informó ayer que la autopsia del cadáver encontrado el domingo en aguas de Cala en Brut, en el término municipal de Ciutadella, se aplazaba y que será hoy cuando tenga lugar por lo que no se tienen indicios todavía sobre la identidad del fallecido.
El cadáver, en avanzado estado de descomposición, fue hallado el domingo por un agente de policía fuera de servicio que se encontraba paseando por las inmediaciones de la zona costera de Cala en Brut y divisó el cuerpo flotando en el agua alrededor de las 12.30 horas.
Los Bomberos de Ciutadella fueron los encargados de rescatar el cadáver, una actuación que resultó complicada debido al mal estado en el que se encontraba el cuerpo, tal y como indicó Tejero, quien añadió que podría llevar en el agua alrededor de una semana, informa Europa Press.
Sucesos
Con la aparición de estos dos fallecidos en Maó y Ciutadella, respectivamente, se cierra un mes especialmente crítico en lo que a crónica de sucesos se refiere. Cabe recordar que está todavía muy reciente el hallazgo en Binidalí de la maleta que contenía los restos mortales del malogrado César, un hecho del que se hicieron eco los principales medios a nivel nacional.
El descubrimiento conmocionó a la sociedad, conmoción que se agravó a medida que avanzaba la rápida investigación policial que dio con la madre del niño y consiguió su confesión acerca de lo ocurrido y gracias a la cual se supo que había ahogado al pequeño en la bañera en julio de 2008, habiéndolo ocultado posteriormente.
La homicida confesa se encuentra en Palma, en prisión preventiva a la espera de juicio, y su defensa intenta determinar cuál era su estado mental en el momento en el que se produjeron los hechos.
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