Sindicalistas y docentes son dos colectivos gremiales que, como muchos otros, tiene que aguantar la persistencia de algunos tópicos en su contra. De los primeros, que son alérgicos al trabajo y de los segundos que disfrutan de una exagerada cantidad de vacaciones y días libres. A buen seguro que el tópico es sólo un tópico, alimentado por la actitud de unos pocos que contagia al conjunto del grupo. Como en todas las casas, hay de todo.
No obstante, algunas situaciones contribuyen a que los tópicos se alimenten, crezcan, se enquisten y se prolonguen en el tiempo. La última es la disposición de la Conselleria de Educación con motivo de las elecciones sindicales de la docencia pública que tendrán lugar el próximo jueves día 2.
La labor de las mesas electorales obligará a los colegios públicos a interrumpir su actividad lectiva entre las 12 y las 18 horas. Por lo tanto, los estudiantes, que en el caso de Infantil y Primaria acaban sus clases entre las 13 o las 13.45 horas, se verán obligados a marcharse a casa antes de tiempo, con el trastorno que todo esto provoca a las familias. En los institutos, lo mismo, y los que tengan turno de tarde, empezarán eso, más tarde.
La disposición de la Conselleria de Educación otorga libertad a los colegios para que mantengan o suspendan las actividades no lectivas, es decir, el comedor, el transporte y las extraescolares. En algunas escuelas se ha informado ya a los padres que estos servicios se mantendrán, y que además se habilitará una atención entre las 12 horas y la hora habitual de comienzo de la comida para aquellos alumnos que van a comedor.
Se da la circunstancia de que el mismo día se llevan a cabo las elecciones para los consejos escolares, no obstante la disposición que obliga a paralizar las clases a las 12 horas tan sólo tiene que ver con las elecciones sindicales de los docentes.
El perjuicio de las elecciones para el correcto desarrollo de las clases puede, incluso, afectar a los alumnos un poco antes. Y es que aquellos docentes que ejerzan como integrantes de las mesas electorales, interventores o apoderados deberán estar a disposición de la tarea electoral a las 11 horas, y ya no volverán a impartir clase ese día.
Las comunicaciones al respecto se han empezado ya a repartir a los padres que, según sea su ocupación laboral o ritmo de vida, se las tendrán que ingeniar para recoger antes a sus niños y así dejar votar a los docentes.
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