El pleno de Es Castell aprobó ayer noche por unanimidad la expropiación del antiguo molino harinero ubicado junto a la iglesia del Roser, en unos terrenos al suroeste de la plaza de S'Arraval Vella. El coste económico del procedimiento expropiatorio por mutuo acuerdo con el propietario del inmueble asciende a 68.000 euros, que el Ayuntamiento afrontará en varios ejercicios económicos.
La teniente de alcalde de Urbanismo, Irene Coll, señaló que el acuerdo plenario de expropiación del molino es una declaración de intenciones para el próximo año, tras el acuerdo de enajenación del edificio histórico alcanzado con el propietario del mismo. Coll subrayó que el Ayuntamiento adquirirá la propiedad del molino por un importe de 68.000 euros, una cantidad que es sensiblemente inferior a su valor catastral.
La edil informó que el pago de la operación se realizará en varios años, aunque aseguró que la primera anualidad se liquidará mediante la compensación de la deuda que el propietario tiene con las arcas municipales. Coll aseguró que la adquisición del molino es una obligación del Ayuntamiento y recordó que, debido a que el edificio está afectado por el PGOU del municipio, el propietario podría haber exigido la expropiación del mismo por un precio no tan ventajoso como el que se ha acordado.
El concejal de PSM-Verds, Amador Marí, expresó su acuerdo con la expropiación del molino harinero y, además, con el precio que se ha fijado para la adquisición del mismo. No obstante, el concejal nacionalista aseguró que el expediente estaba incompleto, debido a la falta de una tasación del inmueble. En este sentido, Irene Coll reconoció la deficiencia detectada por Marí y aseguró que el Ayuntamiento incluirá una tasación en dicho expediente.
Por su parte, el alcalde Juan Cabrera incidió en que el importe de la operación se corresponde con la valoración catastral del molino y, por otra parte, valoró positivamente el hecho de que el Ayuntamiento no hará efectiva la primera anualidad, puesto que se compensará con la deuda del propietario.
Por otra parte, todos los partidos alabaron el convenio de colaboración con la Associació de Veïns des Castell para la rehabilitación de caminos rurales en el municipio, a partir de la iniciativa impulsada por el colectivo vecinal, además de subrayar la importancia de que el Ayuntamiento lleve a cabo una labor de mantenimiento de los mismos. En este sentido, Juan Cabrera e Irene Coll recordaron la excelente labor realizada en los últimos años por la brigada municipal de jardinería, por lo que Cabrera destacó el buen estado de los caminos rurales de municipio.
El Ayuntamiento estudiará si recurre la sentencia de la discoteca Tonic
El equipo de gobierno decidirá si interpone un recurso contra la sentencia judicial que le obliga a la reapertura de la discoteca Tonic después de que el próximo miércoles día 3 de noviembre se reúna con el asesor jurídico. El concejal socialista Francesc Arnau puso en duda la conveniencia de recurrir la sentencia y señaló la posibilidad de que la parte perjudicada pueda pedir daños y perjuicios. El alcalde Juan Cabrera recordó que la discoteca "fue cerrada con la ley en la mano", a pesar de admitir algún error tras la sentencia judicial. Aseguró que se trataba de "un pequeño marrón" y apeló a un estudio pormenorizado del tema con el abogado. Irene Coll señaló que en primera instancia no había costes judiciales y admitió la complejidad del asunto.
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