El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Menorca, Anton Soler, manifestó ayer que "es una vergüenza y escandaloso" lo que las compañías aéreas hacen con las islas menores ya que, al basarse en la demanda que genera, en este caso Menorca, se permiten implantar "unos precios totalmente abusivos".
"Lo único que pedimos es que salir de la Isla sea asequible y nos ayuden a funcionar mejor, y no sólo a los menorquines sino también a nuestros visitantes". Para Soler, la solución no pasa por las bonificaciones, que considera que no son más que "una perversión del sistema" ya que permite que las aerolíneas jueguen aún más con los ciudadanos. "Somos cautivos del avión y se abusa de ello. ¿Es que no hay un Tribunal de la Competencia que pueda establecer unos precios?".
Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos consideran que una de las soluciones a esta problemática sería la creación de una compañía público-privada que garantizara unas frecuencias y unos precios razonables.
Por su parte, la presidenta de la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de Baleares (AVIBA), Sylvia Riera, también considera que los precios de los billetes en Menorca son abusivos, y apunta que la mejor solución para el problema sería la declaración del servicio público para los vuelos con la Península. Por contra, Riera no cree que fuera bueno que se bonificara de desigual modo a menorquines y mallorquines con el descuento de residente para compensar los altos precios que hay en Menorca, ya que considera que "sería una medida de muy difícil aplicación y fomentaría que se cometieran más fraudes" por parte de los ciudadanos de la Isla mayor.
Reducción de vuelos
Por si esto fuera poco, como cada año, las compañías aéreas que operan entre Menorca y la Península van a introducir, a partir de primeros de noviembre, sus nuevas programaciones de vuelos, unas planificaciones que supondrán para la Isla una reducción diaria de una y cuatro conexiones con Madrid y Barcelona, respectivamente. Al mismo tiempo, en las rutas con Valencia habrá, semanalmente, un viaje de ida y vuelta menos, concretamente los trayectos de los sábados.
Desde el sector de las agencias de viajes, algunos agentes consultados se quejan de los cambios continuos que las compañías introducen en sus programaciones. Aseguran que "es imposible calcular el número de conexiones que las compañías hacen con Menorca porque están cambiando los planes de vuelo prácticamente cada semana".
En relación con este tema, el conseller insular de Movilidad, Damià Borràs, explicó ayer que se trata del mismo descenso de vuelos que hubo el año pasado al finalizar la temporada turística, y que este invierno habrá el mismo número de enlaces que el anterior. Borràs considera que "las plazas ofertadas son suficientes en número porque no se llenan los aviones, pero dejan que desear en cuanto a horarios y precios". Así, el conseller considera que las compañías deberían apostar por vuelos a primera y última hora del día en lugar de programarlos en la franja central del día como hacen todas, excepto en las conexiones con Madrid.
Posibles rebajas a partir de enero
El conseller de Movilidad espera que las compañías aéreas rebajen sus precios a partir de enero una vez entren en vigor los Presupuestos Generales para 2011, con la enmienda que el PSOE ha incluido para equiparar Balears a Canarias en la congelación de tasas y las bonificaciones.
Borràs cree que la medida "ayudará a frenar el incremento de las tarifas" puesto que salvará a las aerolíneas de un incremento medio del 12 por ciento en las tasas que éstas pagan. Además de esta congelación, las bonificaciones que recibirán las operadoras por incrementar el número de pasajeros transportados y por abrir nuevas rutas o incrementar frecuencias con Menorca y Eivissa, también deberían servir para que "las compañías puedan llevar a cabo campañas más agresivas de rebajas de precios para ganar pasajeros, conseguir bonificaciones y generar más ingresos".
Y es que para Borràs, gracias a los incentivos que percibirán las aerolíneas, éstas tendrán "menos riesgos a la hora de apostar por nuevas rutas o poner más frecuencias". Aún así, el conseller advierte que todo esto "puede ayudar pero no debemos esperar milagros, mejorará la situación pero no es la panacea", asegura.
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